domingo, 7 de marzo de 2010

Filippino Lippi

Nacido en Prato (Toscana), fruto de la relación del pintor Fra Filippo Lippi con la novicia Lucrezia Buti. Filippino decidió seguir los pasos de su padre, formándose a su lado. Se mudaron a Spoleto, donde Filippino trabajó en las obras de construcción de la catedral de Spoleto. A la muerte de su padre en 1469, Filippino completó los frescos con la Storie della Vergine (Historias de la Virgen) en la catedral. Completó su aprendizaje en el taller de Botticelli, quien había sido a su vez alumno del padre de Filippino. En 1472, Botticelli también lo adoptó como compañero en la Compagnia di San Luca.

Sus primeros trabajos se parecen en gran medida a los de Botticelli, pero con menor sensibilidad y sutileza. Los primeros de ellos (que datan de 1475 en adelante) fueron atribuidos a un anónimo "Amico di Sandro" ("Amigo de Botticelli"). Finalmente, el estilo de Lippi evolucionó hacia trazos más personales y efectivos durante los años 1480-1485. Los trabajos de su primer periodo incluyen las Madonnas de Berlín, Londres y Washington, los Viajes de Tobias de la Galeria Sabauda en Turín, Italia, la Madonna del Mar de la Galleria dell'Accademia y las Historias de Ester.

Lippi trabajó conjuntamente con Perugino, Ghirlandaio y Botticelli, en los frescos decorativos de la vila de Lorenzo de Médicis en Spedaletto. El 31 de Diciembre de 1482 se le hizo el encargo de un muro en la Sala dell'Udienza en el Palazzo Vecchio de Florencia (trabajo que nunca empezó). Poco después (probablemente en 1483-1484) se le encargó finalizar la decoración de la Brancacci en la iglesia de Santa Maria del Carmine en Florencia, cuyo autor, Masaccio no había podido completar al verse sorprendido por la muerte en 1428. Aquí pintó las Historias de San Pedro en los siguientes frescos: Discusión con Simón Magus ante Nerón, Resurrección del hijo de Teófilo, Encarcelamiento de San Pedro, Liberación y Crucificción de San Pedro.

Su trabajo en la Sala degli Otto di Pratica, en el Palazzo Vecchio, empezaron el 20 de Febrero de 1486, y actualmente se encuentran en la Galeria degli Uffizi. Durante esos años, Piero di Francesco del Pugliese le encargó pintar el retablo con la Aparición de la Virgen a San Bernardo, en la actualidad en la Badia Fiorentina, Florencia. Se trata de la obra más popular de Lippi: una composición con elementos no reales, con figuras particularmente alargadas, rodeadas al fondo por un escenario fantasmagórico de rocas y troncos antropomórficos. La obra fue relizada durante 1480-1486.

Finalmente, trabajó para Tanai de' Nerli en la Iglesia del Santo Espíritu.

El 21 de Abril de 1487, Filippo Strozzi le encargó la decoración de la capilla familiar en Santa Maria Novella con las Historias de San Juan Evangelista y San Felipe. Trabajó en esta obra intermitentemente, finalizándola en 1503, una vez su cliente ya había fallecido. Las ventanas con temas musicales, también diseñadas por Filippino, se completaron durante los meses de junio y julio de 1503. En estas composiciones se ve reflejada la crisis política y religiosa que sufría Florencia durante esa época: el tema del fresco, el choque entre la Cristiandad y Paganismo era el tema de debate favorito de la Florencia de Girolamo Savonarola.

Filippino situaba a sus personajes en un entorno que recreaba el mundo antiguo hasta el más mínimo detalle, mostrando la influencia del estilo Grottesco que había captado en su viaje a Roma. De este modo, creó un estilo "animado", misterioso, fantástico, pero también inquietante, disfrazando la irrealidad en pesadilla. Lippi retrató con esta técnica, verdugos despiadados con rostros deformadamente sombríos, encolerizados contra los santos. En la escena San Felipe expulsando un monstruo del templo, la estatua del dios pagano es una figura viviente que parece desafiar al santo cristiano.

En 1488 Lippi se trasladó a Roma, recomendado por Lorenzo de Médicis al cardenal Oliviero Carafa para decorar la capilla familiar de Santa Maria sopra Minerva. Estos frescos muestran una nueva fuente de inspiración, muy diferente de sus trabajos anteriores, pero confirman su continua búsqueda en los temas del mundo antiguo. Lippi completó el ciclo hacia 1493.

Su vuelta a Florencia se sitúa aproximadamente entre 1491 y 1494. Las obras de este periodo incluyen: Aparición de Jesucristo a la Virgen (1493, actualmente en Múnich), Adoración de los Magos (1496, para la iglesia de San Donato en Scopeto, que puede contemplarse en la Galeria Uffizi), Sacrificio de Lacoön (final de siglo, para la vila de Lorenzo de Médici en Poggio a Caiano), San Juan Bautista y Magdalena (Capilla Valori en San Procolo, Florencia], inspirada de algún modo por el arte de Luca Signorelli). También trabajó fuera de su país natal, en Pavia y en Prato, donde en 1503 completó la Tabernáculo de la canción de Navidad, actualmente en el museo de la ciudad. En 1501 Lippi pintó las Bodas místicas de Santa Catalina para la Basílica de San Domenico en Bolonia.

Su última obra es la Deposición para la iglesia de la Santissima Annunziata en Florencia, que dejó inacabada al fallecer en Abril de 1504.

Lippi era tan célebre y conocido que todos los talleres de la ciudad cerraron el día de su funeral.

coronacion de la virgen

Sandro Botticelli

Su verdadero nombre era Alessandro di Mariano Filipepi. Fue uno de los pintores más destacados del renacimiento florentino. Desarrolló un estilo personalísimo, caracterizado por la elegancia de su trazo, su carácter melancólico y la fuerza expresiva de sus líneas. Botticelli, hijo de un curtidor, nació en Florencia. El nombre por el que se le conoce (diminutivo italiano de la palabra botijo) era probablemente el apodo de su hermano mayor o el nombre del orfebre del que fuera aprendiz. Más tarde fue discípulo de Fra Filippo Lippi. Trabajó con el pintor y grabador Antonio del Pollaiuolo, del que aprendió el dominio de la línea y también recibió gran influencia de Andrea del Verrocchio. Hacia 1470 Botticelli ya tenía su propio taller. Dedicó casi toda su vida a trabajar para las grandes familias florentinas, especialmente los Médicis, para los que pintó retratos, entre los que destaca su Retrato de Giuliano de Medici (1475-1476, Galería Nacional de Arte, Washington, D.C.). La adoración de los Magos (1476- 1477, Galería de los Uffizi, Florencia) no fue encargo de los Médicis pero en él pintó a los personajes con rasgos muy parecidos a los de dicha familia. Como integrante del brillante círculo intelectual y artístico de la corte de Lorenzo de Médicis, Botticelli recibió la influencia del neoplatonismo cristiano de ese círculo, que pretendía conciliar las ideas cristianas con las clásicas. Esa síntesis se expresa en La primavera (c. 1478) y en El nacimiento de Venus (posteriores a 1482), dos obras realizadas para una de las villas de la familia Médicis, que hoy se hallan en la Galería de los Uffizi y que, probablemente, son las obras más conocidas de Botticelli. Aunque los expertos no han llegado a la interpretación definitiva de estos dos cuadros, sus elegantes personajes, que forman diseños lineales abstractos bañados por una suave luz dorada, podrían representar a Venus como símbolo del amor tanto cristiano como pagano. Dentro de este ámbito profano también destaca la serie de cuatro cuadros Nastapio degli Honesti (Museo del Prado, Madrid), donde recrea una de las historias del Decamerón, de Bocaccio. Botticelli también pintó temas religiosos, principalmente tablas de Vírgenes, como La Virgen escribiendo el Magnificat (década de 1480), La Virgen de la granada (década de 1480) y La coronación de la Virgen (1490), todas ellas en los Uffizi, y Virgen con el niño y dos santos (1485, Staatliche Museen, Berlín). Entre sus otras obras de tema religioso destacan San Sebastián (1473- 1474, Staatliche Museen) y un fresco sobre San Agustín (1480, Ognissanti, Florencia). En 1481 Botticelli fue uno de los artistas llamados a Roma para trabajar en la decoración de la Capilla Sixtina del Vaticano, donde pintó los frescos Las pruebas de Moisés, El castigo de los rebeldes y La tentación de Cristo. En la década de 1490, cuando los Médicis fueron expulsados de Florencia y el monje dominico Girolamo Savonarola predicaba la austeridad y la reforma, Botticelli sufrió una crisis religiosa, aunque no abandonó la ciudad, donde moriría el 17 de mayo de 1510. Sus obras posteriores, como la Pietá (principios de la década de 1490, Museo Poldi Pezzoli, Milán) y sobre todo la Natividad mística (década de 1490, National Gallery, Londres) y la Crucifixión mística (c. 1496, Fogg Art Museum, Cambridge, Massachusetts) expresan una intensa devoción religiosa, y un retroceso en el desarrollo de su estilo


el nacimiento de venus


la primavera


Masaccio

Nació en Castel San Giovanni, hoy San Giovanni Valdarno, el 21 de diciembre de 1401, hijo del notario Giovanni di Mone Cassai y de su esposa Jacopa di Martinozzo. El apellido Cassai procede del nombre de la actividad a que se dedicaba la familia paterna de Masaccio: eran ebanistas (en italiano, cassai). En 1406, coincidiendo con el nacimiento del segundo hijo del matrimonio, Giovanni —que recibiría luego el sobrenombre de «el Scheggia»—, muere el padre. La madre volvió a contraer matrimonio con el mercader de especias Tedesco di Mastro Feo, también viudo, y con dos hijas, que murió el 7 de agosto de 1417.

Masaccio se trasladó a Florencia entre 1417 y 1421, tal vez a causa de la muerte de su padrastro. Existen documentos que demuestran que la madre de Masaccio alquiló una casa en esta ciudad, en el barrio de San Niccolò Oltrarno, seguramente como vivienda para su hijo, ya que ella continuó viviendo en casa de su difunto marido. Es posible que el joven artista comenzara su andadura en Florencia en el taller de Bicci di Lorenzo o en el de algún otro. El 7 de enero de 1422 se inscribió en el Arte (gremio) de médicos y especieros, lo cual indica que ejercía ya como pintor autónomo en la ciudad del Arno.

Su primera obra segura es el tríptico para San Juvenal de Casia, que lleva la fecha, en la tabla central, de 23 de abril de 1422: ANNO DOMINI MCCCCXXII A DI VENTITRE D’AP[RILE]. Es posible, según da a entender Vasari, que en 1423 Masaccio realizase un viaje a Roma, con motivo del jubileo. En 1424 se inscribió en la Compañía de San Lucas de Florencia. Posiblemente este año o en 1425 comenzó a colaborar con Masolino en los frescos de la capilla Brancacci de la iglesia de Santa María del Carmine de dicha ciudad. En febrero de 1426 empezó el Políptico de Pisa, trabajo que le ocuparía durante casi todo el año.

En 1428 se trasladó a Roma, invitado por el cardenal Brando da Castiglione para decorar la capilla de San Clemente en la iglesia homónima. En Roma trabajó en el Políptico de Santa María Mayor, del cual se conservan los «Santos Jerónimo y Juan Bautista» (actualmente en la National Gallery de Londres). Murió en Roma en otoño de 1428, cuando contaba sólo veintisiete años de edad. Algunas fuentes antiguas mencionan el rumor de que fue envenenado.

Tríptico de San Juvenal



Capilla Brancacci

Donatello

Nacido en Florencia alrededor del año de 1386, ya desde joven es posible encontrarle ejerciendo el oficio de escultor (hacia 1407 aparece documentado en el taller de la Catedral de Florencia, para la que realizará una serie de estatuas que dejan entrever lo que será su posterior evolución).

Preocupado por el movimiento y el naturalismo desde los comienzos de sus trayectoria, en 1410 el encargo de una escultura para un nicho de la fachada de Or San Michele le va a permitir continuar ensayando modos de representación de la estatuaria de gran tamaño, dando lugar a la ejecución, entre otras obras, de un San Marcos o un excepcional y plenamente renacentista San Jorge (1417). Se cree que sobre estos años comenzaría también la realización, por encargo de la familia Cavalcanti, de la Anunciación de Santa Croce (aunque existen autores que datan la ejecución de esta pieza bastante más tarde, en la década de los cuarenta) y procedería a esculpir las estatuas para el Campanile florentino.

Habitualmente se ha establecido este periodo inicial como el de formación (en algunas de cuyas primerísimas obras aún pervivirían retazos góticos), considerándose su producción a partir de 1425 (fecha en la que comienza a trabajar con Michelozzo) propiamente clasicista. En la capital romana, ciudad a la que se trasladará con su nuevo colaborador hacia 1430 y donde habría pasado una estancia anteriormente con su amigo Brunelleschi estudiando el legado de la Antigüedad, dejará constancia de su maestría en piezas como El entierro de Cristo (1430-1433). Será a la vuelta cuando comience los relieves de la Cantoría de la Catedral de Florencia, en los cuales es apreciable el conocimiento de modelos clásicos.

Magnífico será el David en bronce (va a ser ésta una tipología recurrente en su obra) realizado hacia 1435 para el palacio que los Médici poseían en la Vía Larga florentina y que inaugurará una relación de colaboración con dicha familia. En esta obra se puede apreciar toda la madurez y el dominio de Donatello a la hora de representar la anatomía humana.

A partir de 1443 va a entrar en contacto con la corriente artística que se estaba desarrollando en Padua, hecho que resultará decisivo en el giro que tomará su escultura durante la segunda mitad del siglo (se tornará mucho más expresiva). La fabulosa estatua ecuestre de El Gattamelatta (que tanto debe a la herencia clásica romana) o los relieves y esculturas realizados para el altar de la Basílica del Santo (alejados ya de aquellos primeros florentinos) forman parte de la herencia que Donatello dejará a ésta ciudad. A esta última etapa pertenecen también los Milagros de San Antonio, la composición de Judith y Holofernes y su "terrible" María Magdalena en madera (estas dos últimas obras ya en Florencia, ciudad en la que fallecerá en 1466).

Principales obras

La alta calidad de las obras donatellianas, así como la cantidad de las mismas, hace difícil una selección justa de ejemplos susceptibles de mostrar los principios y la belleza de su trabajo. Sin embargo, obras como la exquisita Anunciación realizada para la Iglesia de la Santa Croce florentina, la impresionante estatua ecuestre del Condottiero Gattamelata, sus dramáticos Zuccone y Mª Magdalena, el lírico David broncíneo o las escenas esculpidas para la Cantoría de la Catedral de Florencia puede decirse que son buenas muestras de su genialidad.

Ya Vasari, en el texto dedicado a Donatello dentro de las descripciones que realizara en su famosa obra Vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos […], alude a la pieza de La Anunciación de Santa Croce como aquélla que, por encima de otras obras de juventud, le habría dado fama, consagrándole como excepcional escultor. Tan sólo hace falta echar un rápido vistazo a dicha obra para comprobar el porqué de dicha afirmación, puesto que se trata de una de las más delicadas y vividas representaciones de La Anunciación que es posible encontrar. La influencia clásica es patente en el refinamiento, el modelo y los ropajes de las figuras (se ha querido ver en ocasiones incluso la influencia de Fidias en dicho conjunto), las cuales rezuman una sensibilidad en el gesto, teatralidad en la representación y perfección en la ejecución que debieron por fuerza dejar asombrados a sus contemporáneos.

Que el arte de la Antigüedad es importante en la obra de Donatello se puede apreciar en obras primerizas como el San Marcos (1410) de Or San Michele y el San Jorge posterior para idéntico lugar (se ha comparado con las estatuas del griego Lisipo), en la desnudez del complejo David en bronce (deudor de Praxíteles) o en los putti o amorcillos de herencia por completo clásica que aparecen en los relieves realizados para la Cantoría de Florencia Donatello además va a emplear la técnica del schiacciato en sus composiciones en relieve). Sin embargo, la genialidad de este maestro radica, no en el modelo empleado, sino en la capacidad que poseerá para llegar al retrato psicológico, único, individual, de sus personajes, por medio de la expresión (ejecutada con una maestría técnica insuperable) del sentimiento.

La preocupación por la representación de la figura humana en todas sus dimensiones, edades y actitudes se puede ver reflejada a lo largo de su evolución, siendo particularmente peculiar en su obra la oscilación existente entre sus primeras obras de corte clasicista y las últimas, de carácter mucho más expresionista (en ocasiones llega incluso a dejarlas inacabadas, uniéndose este hecho a la suma de elementos en común que ha dado pie a una comparación entre su obra y la de Miguel Ángel posteriormente).

Responsable de una de las primeras estatuas ecuestres del Renacimiento, deudora en su tipología de modelos clásicos romanos asimismo, el dramatismo que refleja la actitud y el rostro del personaje en cuestión (el Gattamelata o "Gata Melosa") es una muestra de la corriente trágica por la que discurrirá su producción última (y de la que será ejemplo su Mª Magdalena del Baptisterio de Florencia). Además, Donatello no elude la representación de la vejez o la fealdad, consustanciales ambas al individuo, llegando a producir estatuas que superan cualquier ideal propuesto con anterioridad, caso de su magnífico Profeta Hababuc, también llamado el Zuccone ("el calvo").

San Marcos

Zuccone

Filippo Brunelleschi

es conocido, sobre todo, por su trabajo en la cúpula de la catedral de Florencia Il Duomo. Sus profundos conocimientos matemáticos y su entusiasmo por esta ciencia le facilitaron el camino en la arquitectura, además de llevarle al descubrimiento de la perspectiva cónica. Fue un arquitecto, escultor y orfebre renacentista italiano.

Fue contemporáneo de Leon Battista Alberti, Ghiberti, Donatello y Masaccio.Su biografía viene descrita en el libro de Giorgio Vasari.

La catedral de Florencia es gótica y fue realizada por Arnolfo di Cambio, pero estaba sin concluir pues se encontraba sin abovedar el crucero.Por la altura del edificio, la cúpula que cubriera dicho crucero no podía ser totalmente semiesférica por posibles problemas en el sistema de empujes y contrarrestos de fuerzas. La solución que llevó a cabo Brunelleschi fue una superposición de dos bóvedas esquifadas, octogonales, una dentro de otra, que estaban hechas de ladrillo, divididas en tramos a modo de gajos. Esta innovación permitía un reparto de esfuerzos, además de conseguir la sensación de ligereza.La distancia entre ambas cúpulas se mantiene siempre constante. Por su casquete alargado recuerda al gótico. Está construida sobre un tambor poligonal de madera, que más adelante se recubrió con mármoles, en el cual se abrieron ventanas circulares, que proporcionan iluminación cenital al interior del crucero. Es la primera vez que la estructura bien definida de una cúpula ofrece el mismo aspecto en el interior que en el exterior.

El hospital de los Inocentes


La cúpula de la Catedral de Florencia



Ghiberti
escultor ,orfebre, arquitecto y escritor de arte italiano del Quattrocento.

Comenzó su actividad artística como orfebre. Sin embargo, no ganó fama hasta 1401, cuando participó en el concurso para decorar las segundas puertas del baptisterio de la catedral de Florencia.

Su triunfo en el concurso resultó decisivo para su vida, puesto que la magnitud de la tarea requirió la creación de un taller de gran tamaño, que se convertiría en el principal de la ciudad durante medio siglo. En él se formaron figuras destacadas del Renacimiento, como Donatello, Michelozzo, Uccello, Masolino y Filarete.El trabajo en estas puertas (Segundas Puertas del Baptisterio de Florencia) duró más de veinte años (de 1403 a 1424), y se incluyeron veinte episodios de la vida de Cristo y ocho tallas de santos, de un estilo minucioso, cercano al gótico.

Su obra tuvo tanto éxito que posteriormente el gremio de comerciantes de Florencia le encomendó el encargo de ejecutar para el mismo baptisterio una tercera doble puerta, que acabó en 1452. Está decorada con diez bajorrelieves de bronce dorado que representan escenas del Antiguo Testamento, en un estilo totalmente diferente al anterior, en el que se aplican consecuentemente las reglas de la perspectiva renacentista. Miguel Ángel bautizó esta puerta como «Puerta del Paraíso», nombre con que se la sigue conociendo actualmente.

Resultó también finalista junto a Brunelleschi en el concurso para la construcción de la cúpula de la catedral (Santa María de las Flores), pero esta vez el trabajo le fue encargado a Brunelleschi

Ghiberti esculpió también algunas estatuas de bronce para la iglesia florentina de Orsanmichele. En sus últimos años escribió los tres tomos de «I Commentarii» ( Los Comentarios), en el que se incluían con valiosas referencias a pintores y escultores italianos, así como una autobiografía, que es la primera que se conserva de un artista.

la Puerta del Paraíso




Giotto

Giotto di Bondone, mejor conocido solo por su nombre de pila (Colle di Vespignano, 1266 - Florencia, 1337). Se lo considera el primer artista de los muchos que contribuyeron a la creación del Renacimiento italiano y uno de los primeros en sacudirse las limitaciones del arte y los conceptos medievales. Si bien se limitó fundamentalmente a pintar temas religiosos, fue capaz de dotarlos de una apariencia terrenal, llena de sangre y fuerza vital.

Giotto nació, según las fuentes más creíbles, en Colle de Vespignano, en las cercanías de Vicchio del Mugello, un pueblo cercano a Florencia. Según su principal biógrafo, Giorgio Vasari, era hijo de un campesino llamado Bondone, y pasó su infancia como pastorcillo en los campos. Si bien la mayoría de los autores cree que se llamaba en realidad Giotto di Bondone, otros opinan que su verdadero nombre de pila era Ambrogio o Angelo, y que el nombre por el que es conocido, Giotto, no sería más que un diminutivo, derivado de Ambrogiotto o Angelotto.

Existen controversias acerca de su año de nacimiento, aunque lo más probable es que naciera en 1266 o 1267. Estas fechas se deducen de la afirmación del cronista florentino Antonio Pucci, que dice que Giotto murió a los setenta años de edad en 1337 (año del calendario florentino, que se iniciaba el 25 de marzo). El día exacto se desconoce.

Según sus biógrafos, fue discípulo del pintor florentino Cimabue, el artista más conocido de su época. Vasari relata el modo en que el pequeño de 11 años demostró por primera vez su talento artístico: cuenta que, estando el niño al cuidado de unas ovejas, mataba el tiempo dibujando a una de ellas sobre una piedra plana con una tiza. Acertó a pasar por allí Cimabue, quien, impresionado por el talento natural de Giotto —que había dibujado una oveja tridimensional, tan natural y perfecta que parecía viva—, lo acompañó hasta su cabaña y consiguió convencer al padre de que le dejara hacer del muchacho su aprendiz.[1]

Otra versión de la biografía de Giotto[2] manifiesta que su padre lo mandó a Florencia para que trabajase como aprendiz con un mercader de lanas. El joven, muy interesado en el arte, tomó la costumbre de visitar el estudio de Cimabue para ver a los artistas trabajar. Ansioso de incorporarse al taller, insistió tanto a su padre que al fin se le permitió aprender con el gran maestro.

Vasari refiere que Giotto era un aprendiz divertido y bromista, a tal punto que en una oportunidad pintó una mosca en la naríz de un retrato. Su técnica era tal que Cimabue intentó espantarla con la mano antes de darse cuenta de que estaba pintada. Esta anécdota de juventud presagia ya la técnica característica de Giotto, que lo capacitaba para pintar figuras casi reales.

Cuando Giotto promediaba la treintena, su fama había trascendido las fronteras de Florencia y se extendía ya por toda Italia, a tal punto que el papa Bonifacio VIII le envió un mensajero para pedirle algunas muestras de su arte, con la intención de ver por sí mismo si el renombrado pintor era digno de recibir propuestas para trabajar en Roma. Según Vasari, Giotto tomó un lienzo blanco en presencia del recadero, hundió su pincel en pintura roja y, con un solo trazo continuo, dibujó a mano alzada un círculo geométricamente perfecto, diciendo al hombre: "La valía de este trabajo será reconocida". Escribe Vasari: "Cuando el papa vio el lienzo, percibió instantáneamente que Giotto era superior a todos los demás pintores de su tiempo".

Provisto de su talento natural y de las enseñanzas de Cimabue, Giotto comenzó pronto a ocuparse de encargos de terceros, principalmente trabajos religiosos. Así, se le atribuyen como primeras obras dos series de frescos en la Basílica de San Francisco de Asís. Un primer ciclo, en la parte alta de las paredes del templo, realizado posiblemente en la primera mitad de la última década del siglo XIII, y de atribución bastante dudosa, desarrolla temas bíblicos. Más adelante, entre 1297 y 1299, una nueva serie de frescos fue muy probablemente ejecutada por Giotto en la parte inferior de los muros de la iglesia, acerca de la vida de San Francisco de Asís. Vistos los excelentes resultados, se le solicitó que pintara —entre 1305 y 1306— los extraordinarios frescos de la Capilla de la Arena en Padua.

Falleció el 8 de enero de 1337, antes de poder ver terminadas las obras del campanile. Fue enterrado en Santa Reparata, con grandes honores por parte del comune (ayuntamiento) de la ciudad, lo cual era muy inusual en la época. Se trata de un caso prácticamente único entre los pintores de su tiempo: el reconocimiento de que gozaba era tan grande que fue enterrado con honores de noble y dignatario político, algo impensable para un artista, a los que en aquel tiempo se consideraba meros artesanos.

Obras

La Capilla de los Scrovegni



La Vida de San Francisco



La donacion de los reyes magos



Cimabue

Giovanni Cimabue (Cenni di Pepo) fue un pintor, arquitecto y mosaísta nacido en Florencia (1240-1302) que desarrolló su obra a fines del siglo XIII.

Sus primeros trabajos están realizados a la manera greca (influencia del bizantinismo) utilizando el temple, con fondo dorado (como en los iconos). En sus obras, se aprecia un rígido estatismo.

Posteriormente Cimabue viajó a Roma (1272) donde tomó contacto con el mundo clásico, paleocristiano y románico. Además, conoció a Pietro Cavallini. Todo ello influyó en él para liberarlo de los cánones y maneras bizantinas. Es, entonces, cuando la obra de Cimabue viró hacia una cierta búsqueda de naturalismo. Se le considera un importante pintor pre- giottesco.

Sus principales obras son el Cristo crucificado. Es una pintura sobre tabla hecha al temple. Aparece la sensación de volumen gracias al sombreado. Otra de sus obras es la Madonna en el Trono, donde la Virgen aparece flanqueada por ángeles.

Cristo crucificado.
Pintura al temple sobre tabla realizada por Cimabue hacia el 1280. Se conserva en el Museo de la Opera de Santa Croce.

Madonna en el Trono



San Francisco de Asís

Dicen que a San Francisco lo declaró santo el pueblo, antes de que el Sumo Pontífice le concediera ese honor, y que si se hace una votación entre los cristianos (aún entre los protestantes) todos están de acuerdo en declarar que es un verdadero santo. Todos, aun los no católicos, lo quieren y lo estiman.

Lo quieren los pobres, porque él se dedicó a vivir en total pobreza, pero con gran alegría.

Lo estiman los ecologistas porque él fue el amigo de las aves, de los peces, de las flores, del agua, del sol, de la luna y de la madre tierra.

Nació en Asís (Italia) en 1182.

Su madre se llamaba Pica y fue sumamente estimada por él durante toda su vida. Su padre era Pedro Bernardone, un hombre muy admirador y amigo de Francia, por la cual le puso el nombre de Francisco, que significa: "el pequeño francesito".

Cuando joven a Franciscolo que le agradaba era asistir a fiestas, paseos y reuniones con mucha música. Su padre tenía uno de los mejores almacenes de ropa en la ciudad, y al muchacho le sobraba el dinero. Los negocios y el estudio no le llamaban la atención. Pero tenía la cualidad de no negar un favor o una ayuda a un pobre siempre que pudiera hacerlo.

Tenía veinte años cuando hubo una guerra entre Asís y la ciudad de Perugia. Francisco salió a combatir por su ciudad, y cayó prisionero de los enemigos. La prisión duró un año, tiempo que él aprovechó para meditar y pensar seriamente en la vida.

Al salir de la prisión se incorporó otra vez en el ejército de su ciudad, y se fue a combatir a los enemigos. Se compró una armadura sumamente elegante y el mejor caballo que encontró. Pero por el camino se le presentó un pobre militar que no tenía con qué comprar armadura ni caballería, y Francisco, conmovido, le regaló todo su lujoso equipo militar. Esa noche en sueños sintió que le presentaban en cambio de lo que él había obsequiado, unas armaduras mejores para enfrentarse a los enemigos del espíritu.

Francisco no llegó al campo de batalla porque se enfermó y en plena enfermedad oyó que una voz del cielo le decía: "¿Por qué dedicarse a servir a los jornaleros, en vez de consagrarse a servir al Jefe Supremo de todos?". Entonces se volvió a su ciudad, pero ya no a divertirse y parrandear sino a meditar en serio acerca de su futuro.

La gente al verlo tan silencioso y meditabundo comentaba que Francisco probablemente estaba enamorado. Él comentaba: "Sí, estoy enamorado y es de la novia más fiel y más pura y santificadora que existe". Los demás no sabían de quién se trataba, pero él sí sabía muy bien que se estaba enamorando de la pobreza, o sea de una manera de vivir que fuera lo más parecida posible al modo totalmente pobre como vivió Jesús. Y se fue convenciendo de que debía vender todos sus bienes y darlos a los pobres.

Paseando un día por el campo encontró a un leproso lleno de llagas y sintió un gran asco hacia él. Pero sintió también una inspiración divina que le decía que si no obramos contra nuestros instintos nunca seremos santos. Entonces se acercó al leproso, y venciendo la espantosa repugnancia que sentía, le besó las llagas. Desde que hizo ese acto heroico logró conseguir de Dios una gran fuerza para dominar sus instintos y poder sacrificarse siempre a favor de los demás. Desde aquel día empezó a visitar a los enfermos en los hospitales y a los pobres. Y les regalaba cuanto llevaba consigo.

Un día, rezando ante un crucifijo en la iglesia de San Damián, le pareció oír que Cristo le decía tres veces: "Francisco, tienes que reparar mi casa, porque está en ruinas". Él creyó que Jesús le mandaba arreglar las paredes de la iglesia de San Damián, que estaban muy deterioradas, y se fue a su casa y vendió su caballo y una buena cantidad de telas del almacén de su padre y le trajo dinero al Padre Capellán de San Damián, pidiéndole que lo dejara quedarse allí ayudándole a reparar esa construcción que estaba en ruinas. El sacerdote le dijo que le aceptaba el quedarse allí, pero que el dinero no se lo aceptaba (le tenía temor a la dura reacción que iba a tener su padre, Pedro Bernardone) Francisco dejó el dinero en una ventana, y al saber que su padre enfurecido venía a castigarlo, se escondió prudentemente.

Pedro Bernardone demandó a su hijo Francisco ante el obispo declarando que lo desheredaba y que tenía que devolverle el dinero conseguido con las telas que había vendido. El prelado devolvió el dinero al airado papá, y Francisco, despojándose de su camisa, de su saco y de su manto, los entregó a su padre diciéndole: "Hasta ahora he sido el hijo de Pedro Bernardone. De hoy en adelante podré decir: Padrenuestro que estás en los cielos".

El Sr. Obispo le regaló el vestido de uno de sus trabajadores del campo: una sencilla túnica, de tela ordinaria, amarrada en la cintura con un cordón. Francisco trazó una cruz con tiza, sobre su nueva túnica, y con ésta vestirá y pasará el resto de su vida. Ese será el hábito de sus religiosos después: el vestido de un campesino pobre, de un sencillo obrero.

Se fue por los campos orando y cantando. Unos guerrilleros lo encontraron y le dijeron: "¿Usted quién es? – Él respondió: - Yo soy el heraldo o mensajero del gran Rey". Los otros no entendieron qué les quería decir con esto y en cambio de su respuesta le dieron una paliza. Él siguió lo mismo de contento, cantando y rezando a Dios.

Después volvió a Asís a dedicarse a levantar y reconstruir la iglesita de San Damián. Y para ello empezó a recorrer las calles pidiendo limosna. La gente que antes lo había visto rico y elegante y ahora lo encontraba pidiendo limosna y vestido tan pobremente, se burlaba de él. Pero consiguió con qué reconstruir el pequeño templo.

La Porciúncula. Este nombre es queridísimo para los franciscanos de todo el mundo, porque en la capilla llamada así fue donde Fracisco empezó su comunidad. Porciúncula significa "pequeño terreno". Era una finquita chiquita con una capillita en ruinas. Estaba a 4 kilómetros de Asís. Los padres Benedictinos le dieron permiso de irse a vivir allá, y a nuestro santo le agradaba el sitio por lo pacífico y solitario y porque la capilla estaba dedicada a la Sma. Virgen.

En la misa de la fiesta del apóstol San Matías, el cielo le mostró lo que esperaba de él. Y fue por medio del evangelio de ese día, que es el programa que Cristo dio a sus apóstoles cuando los envió a predicar. Dice así: "Vayan a proclamar que el Reino de los cielos está cerca. No lleven dinero ni sandalias, ni doble vestido para cambiarse. Gratis han recibido, den también gratuitamente". Francisco tomó esto a la letra y se propuso dedicarse al apostolado, pero en medio de la pobreza más estricta.

Cuenta San Buenaventura que se encontró con el santo un hombre a quien un cáncer le había desfigurado horriblemente la cara. El otro intentó arrodillarse a sus pies, pero Francisco se lo impidió y le dio un beso en la cara, y el enfermo quedó instantáneamente curado. Y la gente decía: "No se sabe qué admirar más, si el beso o el milagro".

El primero que se le unió en su vida de apostolado fue Bernardo de Quintavalle, un rico comerciante de Asís, el cual invitaba con frecuencia a Francisco a su casa y por la noche se hacía el dormido y veía que el santo se levantaba y empleaba muchas horas dedicado a la oración repitiendo: "mi Dios y mi todo". Le pidió que lo admitiera como su discípulo, vendió todos sus bienes y los dio a los pobres y se fue a acompañarlo a la Porciúncula. El segundo compañero fue Pedro de Cattaneo, canónigo de la catedral de Asís. El tercero, fue Fray Gil, célebre por su sencillez.


Cuando ya Francisco tenía 12 compañeros se fueron a Roma a pedirle al Papa que aprobara su comunidad. Viajaron a pie, cantando y rezando, llenos de felicidad, y viviendo de las limosnas que la gente les daba.

En Roma no querían aprobar esta comunidad porque les parecía demasiado rígida en cuanto a pobreza, pero al fin un cardenal dijo: "No les podemos prohibir que vivan como lo mandó Cristo en el evangelio". Recibieron la aprobación, y se volvieron a Asís a vivir en pobreza, en oración, en santa alegría y gran fraternidad, junto a la iglesia de la Porciúncula.

Dicen que Inocencio III vio en sueños que la Iglesia de Roma estaba a punto de derrumbarse y que aparecían dos hombres a ponerle el hombro e impedir que se derrumbara. El uno era San Francisco, fundador de los franciscanos, y el otro, Santo Domingo, fundador de los dominicos. Desde entonces el Papa se propuso aprobar estas comunidades.

A Francisco lo atacaban a veces terribles tentaciones impuras. Para vencer las pasiones de su cuerpo, tuvo alguna vez que revolcarse entre espinas. Él podía repetir lo del santo antiguo: "trato duramente a mi cuerpo, porque él trata muy duramente a mi alma".

Clara, una joven muy santa de Asís, se entusiasmó por esa vida de pobreza, oración y santa alegría que llevaban los seguidores de Francisco, y abandonando su familia huyó a hacerse moja según su sabia dirección. Con santa Clara fundó él las hermanas clarisas, que tienen hoy conventos en todo el mundo.

Francisco tenía la rara cualidad de hacerse querer de los animales. Las golondrinas le seguían en bandadas y formaban una cruz, por encima de donde él predicaba. Cuando estaba solo en el monte una mirla venía a despertarlo con su canto cuando era la hora de la oración de la medianoche. Pero si el santo estaba enfermo, el animalillo no lo despertaba. Un conejito lo siguió por algún tiempo, con gran cariño.

Dicen que un lobo feroz le obedeció cuando el santo le pidió que dejara de atacar a la gente.

Francisco se retiró por 40 días al Monte Alvernia a meditar, y tanto pensó en las heridas de Cristo, que a él también se le formaron las mismas heridas en las manos, en los pies y en el costado.

Los seguidores de San Francisco llegaron a ser tan numerosos, que en el año 1219, en una reunión general llamado "El Capítulo de las esteras", se reunieron en Asís más de cinco mil franciscanos. Al santo le emocionaba mucho ver que en todas partes aparecían vocaciones y que de las más diversas regiones le pedían que les enviara sus discípulos tan fervorosos a que predicaran. Él les insistía en que amaran muchísimo a Jesucristo y a la Santa Iglesia Católica, y que vivieran con el mayor desprendimiento posible hacia los bienes materiales, y no se cansaba de recomendarles que cumplieran lo más exactamente posible todo lo que manda el santo evangelio.

Francisco recorría campos y pueblos invitando a la gente a amar más a Jesucristo, y repetía siempre: "El Amor no es amado". Las gentes le escuchaban con especial cariño y se admiraban de lo mucho que sus palabras influían en los corazones para entusiasmarlos por Cristo y su religión.

Dispuso ir a Egipto a evangelizar al sultán y a los mahometanos. Pero ni el jefe musulmán ni sus fanáticos seguidores quisieron aceptar sus mensajes. Entonces se fue a Tierra Santa a visitar en devota peregrinación los Santos Lugares donde Jesús nació, vivió y murió: Belén, Nazaret, Jerusalén, etc. En recuerdo de esta piadosa visita suya los franciscanos están encargados desde hace siglos de custodiar los Santos Lugares de Tierra Santa.

Por no cuidarse bien de las calientísimas arenas del desierto de Egipto se enfermó de los ojos y cuando murió estaba casi completamente ciego. Un sufrimiento más que el Señor le permitía para que ganara más premios para el cielo.

San Francisco, que era un verdadero poeta y le encantaba recorrer los campos cantando bellas canciones, compuso un himno a las criaturas, en el cual alaba a Dios por el sol, y la luna, la tierra y las estrellas, el fuego y el viento, el agua y la vegetación. "Alabado sea mi Señor por el hermano sol y la madre tierra, y por los que saben perdonar", etc. Le agradaba mucho cantarlo y hacerlo aprender a los demás y poco antes de morir hizo que sus amigos lo cantaran en su presencia. Su saludo era "Paz y bien".

Cuando sólo tenía 44 años sintió que le llegaba la hora de partir a la eternidad. Dejaba fundada la comunidad de Franciscanos, y la de hermanas Clarisas. Con esto contribuyó enormemente a enfervorizar la Iglesia Católica y a extender la religión de Cristo por todos los países del mundo. Los seguidores de San Francisco (franciscanos, capuchinos, clarisas, etc.) son el grupo religioso más numeroso que existe en la Iglesia Católica. El 3 de octubre de 1226, acostado en el duro suelo, cubierto con un hábito que le habían prestado de limosna, y pidiendo a sus seguidores que se amen siempre como Cristo los ha amado, murió como había vivido: lleno de alegría, de paz y de amor a Dios.

Cuando apenas habían transcurrido dos años después de su muerte, el Sumo Pontífice lo declaró santo y en todos los países de la tierra se venera y se admira a este hombre sencillo y bueno que pasó por el mundo enseñando a amar la naturaleza y a vivir desprendido de los bienes materiales y enamorados de nuestra buen Dios. Fue él quien popularizó la costumbre de hacer pesebres para Navidad.

San Francisco de Asís: pídele a Jesús que lo amemos tan intensamente como lo lograste amar tú.


domingo, 31 de enero de 2010

3ºtrabajo

ROMÁNICO:
El Arte románico surgió de manera paulatina y casi simultánea en Italia, Francia, Alemania y España. En cada uno de estos países surgió con características propias, aunque con suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito europeo.

Evolucion por Europa

Fue la forma representativa del cristianismo en toda Europa, y su estilo invitaba a la reflexión y el amor hacia Dios. El país relacionado con el románico por autonomasia es Francia, aunque también tuvieron su participación Inglaterra, Escocia, Borgoña y la mitad norte de España. Italia, centro de la vida papal y por lo tanto opuesta a la unificación religiosa de todo el continente, recibió de forma más indirecta este estilo artístico, aunque fue el país con el románico más puro debido a su pasado como centro del Imperio Romano. Todo el conjunto de estos edificios, incluidos los que fueron derruidos en épocas anteriores, constituyen una gran fuente de investigación arquitectónica sin precedentes.

* ARQUITECTURA

Las iglesias eran en la Alta Edad Media el punto de encuentro de los fieles con Dios, y por tanto debía representarlo a Él. Pero el arte románico va a dar un cambio radical a estas edificaciones. Se deja un lado la sencillez que predominaba hasta entonces y se emplea de nuevo la majestuosidad de las construcciones romanas. Las naves de estos lugares estaban cubiertas de techos abovedados, en vez de madera y sus exteriores estaban decorados con estatuas y ornamentación arquitectónica.

Francia suboccidental

Arte Románico

Vista aérea de St. Sernin, enToulouse (Francia)

La iglesia más representativa de la parte sur de Francia es sin duda la Iglesia de St. Senin en Toulouse. Es una edificación mucho más compleja que la de construcciones anteriores. Construida con planta de cruz latina, con el tronco más largo que los tros dos segmentos que se abren a ambos lados. Esta característica proporcionaba una nave central mucho más espaciosa gracias a esos brazos transversales denominados cruceros. Era allí donde se situaban los peregrinos que había recorrido un largo camino para asistir a los ritos religiosos, que se realizaban en el compartimento más pequeño del edificio: el ábside del extremo oriental. La nave central estaba flanqueada por dos naves laterales a sus costados, que interiormente se prolongaban a través de los brazos del crucero formando un deambulatorio (sitio para pasear). El deambulatorio albergaba diversas capillas, la mayor de ellas estaba dedicada por lo general a la Virgen María, por lo que recibía el nombre de Capilla de la Señora.

Arte Románico
Planta de la Iglesia de St. Sernin, en Toulouse (Francia)

El conjunto formado por el ábside, las capillas y la zona del deambulatorio se conocía como ábside de peregrinaje. Las naves laterales estaban cubierta por bóvedas de arista. En el exterior, la elevación de los tejados hace destacar la nave central y el crucero. Esto es así por una decisión del arquitecto que de esta forma reducía el riesgo de incendio en el núcleo central de la iglesia. Pero el motivo más importante para esta elevación de los tejados era el de hacerle una casa al señor con toda la majestuosidad posible. Esta altura de la bóveda obligaba a construir galerías por encima de las naves laterales, así obtenemos una visión de semipenumbra causada por la gran distancia entre los ventanales y la nave.

Francia occidental.

Fachada de Notre-Dame la Grande de Poitieres (Francia)

La iglesia de Notre-Dame la Grande de Poitiers es muy distinta a la de St. Sernin. La fachada románica es baja y ancha, con arcadas en las que se alojan estatuas sentadas o de pie. Debajo se sitúa la entrada principal, enmarcada en tres arcos sostenidos por columnas. Un friso ancho de relieves recorre toda la fachada principal de lado a lado del arco central y acaban en las dos torres laterales. Los chapiteles de estas torres igualan la altura de la parte más ancha de la fachada. Sus arcos, columnas y capiteles están decorados con un clásico follaje que recuerda a los sarcófagos romanos

Normandía e Inglaterra

Fachada principal de St. Etienne en Caen (ciudad francesa del departamento de Normandía)

Siguiendo el recorrido de la expansión del arte románico, hacia el norte, vemos como la fachada principal evoluciona de distinta forma. Podemos observar por ejemplo la iglesia de St. Etienne de Caen. En esta obra arquitectónica se reduce la decoración (hasta el punto que a simple vista parece inexistente) y se divide toda entera por cuatro contrafuertes que hacen de la fachada cuatro partes. Las torres laterales son completamente verticales que son de una considerable altura sin tener en cuenta sus chapiteles. El conjunto de esta iglesia, resulta muy frío y sosegado, y está creado para disfrutar más por la mente que por los sentidos físicos.

Mucho más al norte, en el reino de Inglaterra, tenemos otra buena muestra de la evolución que sufrieron las edificaciones románicas cuanto más se extendían por el norte.

Arte Románico

Nave central de la catedral de Durham (Inglaterra)

La catedral de Durham es una de las iglesias más espaciosas de la Europa Medieval. Su nave central es ancha, con el doble de longitud en sus tramos que los de las naves laterales y se apoyan en los pilares impares de cada arcada de la nave. Los arcos del crucero son de medio punto, mientras que los del extremo occidental son ligeramente apuntados. Esto nos demuestra la continua búsqueda del perfeccionismo artístico.

*ESCULTURA

En esta época resurge la escultura monumental tallada en piedra, que hasta ese momento sólo se mantuvo como forma de decoración superficial u ornamento arquitectónico de talla reducida. En la Alta Edad Media la escultura en miniatura fue la tónica dominante, con pequeños relieves y figurillas realizados en metal o marfil; la escultura de gran escala se limitaba casi exclusivamente a la madera.

Al igual que en la arquitectura cada zona geográfica tenía su propio estilo escultórico, con características muy marcadas en cada una de ellas.

Francia suboccidental

Cuándo y dónde comenzó este resurgimiento de la escultura en piedra no es sabido con certeza. Pero los lugares en los que parece tener su inicio son la Francia suboccidental y España septentrional, más concretamente por la ruta de peregrinaje a Santiago de Compostela. La escultura que se emplea en el exterior de las iglesias estaba diseñada con el propósito de atraer a los fieles cristianos.

El desarrollo de la escultura en piedra, entre la segunda mitad del siglo XI y la primera década del siglo XII, refleja en fervor religioso de la población en épocas anteriores a la primera Cruzada. A pesar de este renacer en la escultura, nunca fue bien acogida por la comunidad eclesiástica, que calificaba estos adornos como “una lectura en el mármol en vez de en los libros”

Arte Románico

El Apóstol. Detalle de la decoración exterior de St. Pierre de Moissac, en Toulouse (Francia)

El Apóstol es un detalle de la decoración exterior de la iglesia de St. Pierre de Moissac, de Toulouse, en Francia. Tiene un pronunciado aire clásico. El diseño es una solemne frontalidad que procede de una fuente bizantina. Al verse aumentada la estatua, el artista debe realizar mucho más las formas; de este modo vemos muy marcado el cabello, el gorro y el cuerpo, severo y ceñido del “Apóstol”. Estas características le hacen poseer toda la dignidad y sencillez de las esculturas de la Grecia arcaica.

Si nos fijamos en la puerta de la abadía de St. Pierre de Moissac, observaremos una gran riqueza exuberante de formas escultóricas. El dintel está decorado con figuras humanas y zoomórficas que han sido talladas con gran flexibilidad, entrelazándose cuerpo de humanos y de leones. La figura del profeta está tomada claramente de las antiguas esculturas en miniatura. La explicación de la presencia de los leones no se queda en la simple idea de un elemento ornamental, llega a la consideración de ser una característica expresiva de las fuerzas oscuras que han sido condenadas a una situación eterna a pesar de sus actitudes de protesta.

Borgoña

En las iglesias románicas, el tímpano (espacio triangular que queda entre las dos cornisas inclinadas de un frontón y la horizontal de su base) está adornado generalmente por una composición que tiene como centro a Cristo en un trono y a menudo también representa de forma drástica la imagen más sobrecogedora del arte cristiano: “El Juicio Final”. Es en la catedral de Autun donde podemos observar la representación de este hecho de forma muy expresiva, mostrándose claramente el acto de pesar las almas, tallado con un gran detallismo. Debajo de esta imagen, aparecen los muertos saliendo de las tumbas, asustados y temblando por haber visto las serpientes y manos gigantescas que los arrastraban. Cada uno de los platillos de la balanza está sujetado por demonios y ángeles que tiran para un lado u otro. La interpretación del mármol podía dar al visitante el miedo necesario para entrar a la Iglesia para salvar su alma de aquello macabros demonios.

El valle del Mosa

Si nos trasladamos al valle del Mosa, un río que nace en el nordeste de Francia y fluye hacia Bélgica y Holanda, podremos descubrir que allí el conocimiento de las fuentes clásicas se realizaba desde mucho antes de la aparición del románico y que continuó después durante este periodo. La escultura de esta zona está trabajada sobre el metal. Así lo muestra esta extraordinaria fuente bautismal tallada en bronce. Está fechada en Lieja entre 1107 a 1118 y conocemos a su autor: Renier de Huy. El simbolismo vuelve a jugar aquí un papel muy importante, ya que la base de esta pila son doce bueyes que simbolizan a los doce apóstoles. En general, toda la composición reza un equilibrio del diseño, que aún siendo datada de época medieval muestra un gran carácter clásico. Además, algunos detalles griegos como las ropas de sus figuras, pueden resultar engañosos a la hora de señalar la época de esta escultura.

Pila bautismal. Reiner de Huy. 1107-1118. Bronce. Altura, 65 cm. St. Barthaélemy, Lieja.

Las esculturas en bronce fueron muy escasas y por eso la mayoría de ellas no ha llegado hasta nuestros días. Sí nos ha quedado gran número de aguamaniles de este metal, decorados con leones, dragones o bestias, que los curas utilizaban para lavar sus manos en la celebración de la misa (representando así los trabajos de los monstruos a Dios). Estas figuras derivaban del arte persa transmitidas a Occidente a través del comercio con el mundo islámico.

* PINTURA

Esta expresión artística no se desarrolla de la misma forma que la arquitectura ni la escultura del románico, y apenas puede hacerse una distinción entre la pintura de la Edad Media y la pintura románica. Pero no por este hecho la pintura deja de ser importante en este estilo artístico.

De igual forma que la arquitectura y la escultura albergó gran número de variaciones locales, aunque las producciones más bellas nos llegan desde los monasterios de Francia, Bélgica y el sur de Inglaterra. Porque no debemos olvidar que la pintura era la base fundamental de la iluminación de manuscritos. Las obras de estas zonas son muy parecidas entre sí.

En la representación de San Juan Bautista en el Evangelio del Abad Wedricus existe una tendencia románica a realizar el dibujo con formas lineales, aunque suavizadas por la influencia bizantina, pero sin dejar el ritmo de las formas. El personaje principal se centra en un marco, del que parece no tener salida. Esta expresión del dibujo lineal y los sencillos contornos que lo definen, se adaptan con gran facilidad a las diferentes escalas de las pinturas románicas, que podían ser representadas en murales, tapices, vidrieras de colores o relieves escultóricos.

El “Tapiz de Bayeux” es un friso bordado en paño, de unos 70 cm. de longitud, que narra la invasión de Inglaterra por Guillermo el Conquistador. En este friso, no se centra la imagen principal dentro de un marco si no que se divide en tres partes horizontales. La parte superior está adornada con pájaros y otros animales, pero la franja inferior está decoradas con imágenes de soldados y caballos, lo que la hace estar más integrada en la composición central del tapiz.

Aunque improvisto de todos los refinamiento de la pintura clásica, el tapiz nos recrea una visión sorprendentemente intensa y detallada del arte militar en el siglo XI. La superposición de las figuras hace de cada combatiente un héroe individual que de una forma u otra ayuda incluso cuando ha sido derrotado.

“La Construcción de la Torre de Babel”, representada en la nave central de la iglesia de St. Servin-sur-Gartempe, trata una composición realmente dramática en la que el propio Dios participa directamente en la narración.

Fue a mediados del siglo XII cuando la pintura románica comenzó a sufrir cambios tanto en Francia como en Inglaterra. “El paso del mar Rojo”es una plancha esmaltada realizada por Nicolás de Verdún y que compone el retablo de la abadía de Klosterneuburg (Austria), se aleja de las formas lineales y recobra de súbito una forma de líneas tridimensionales. Los pliegues de la ropa tienen el volumen del cuerpo que las lleva puesta. Es aquí dónde podemos observar ese predominio clásico que hasta entonces estuvo perdido en la pintura románica.

A partir de este momento la pintura románica deja de ser considerada como tal y es simplemente un paso transitorio entre el románico y el gótico.

EL ARTE ROMÁNICO EN ESPAÑA.

Al igual que en el resto de Europa, el arte románico se desarrolló de muy diferentes formas en cada una de las regiones españolas. A estas variaciones las llamamos “variaciones regionales”.

Fueron debidas a la diversidad de culturas que existieron hasta el siglo XV en España, ya que le sur estaba dominado por los musulmanes y por los cristianos que reconquistaron las tierras del norte. Es por tanto por esta zona dónde se desarrolla un arte románico cuyo legado ha perdurado hasta nuestros días.

Estas circunstancias políticas y geográficas, crearon un románico condicionado de forma especial a la de nuestros vecinos europeos. Se desarrolla sólo en la mitad norte del país y desde su nacimiento en el siglo X hasta su desaparición en el siglo XIII recorre todos los ciclos vitales de todo estilo artístico: fase arcaica (primer románico), fase clásica (románico pleno) y por último la fase decadente o barroquizante (tardorománico).

La “primera etapa” se desarrolla en las décadas finales del siglo X y en la mayor parte del XI. Se extiende por todo el noreste de España. Es así como comienzan a construirse en el norte de Cataluña un elevado número de templos en Lérida, Gerona y Barcelona. Fue este primer impulso el que llevó al reino de Aragón a comenzar la construcción de estas edificaciones que se conservan sobre todo en Huesca. En estas zonas se usaba la piedra para las obras escultóricas, las cabeceras adornadas con arquillos y bandas dispuestas rítmicamente, los templos están cubiertos por bóvedas de cañón, las naves son más amplias y elevadas, los pilares son una forma de sustentación, en vez de la columna y la escultura es casi inexistente.

Monasterio catalán. Muestra del arte románico en Cataluña.

La segunda fase se desarrolla entre la segunda mitad del siglo XI y la primera del siglo XII. Constituye la época dorada del románico español y se caracteriza por difundir en nuestro territorio el arte procedente de Francia que entró por la ruta de peregrinación del Camino de Santiago. Es en este periodo cuando se edifican los principales monasterios, las grandes catedrales románicas de las rutas de peregrinación y otras importantes iglesias en las ciudades de mayor influencia y poder económico. Se caracteriza por poseer una estructura de líneas y volúmenes armónicos, una escultura muy rica en fachadas, puertas, ventanas, etc. En la pintura se consigue dar expresividad a la escultura tradicionalmente tallada en piedra y tendrá una gran importancia la difusión en las obras artísticas el mensaje catequista y la justa simbología.

Aunque en algunas zonas estas características se dieron en las fechas señaladas, no fue hasta la séptima década del siglo XI, cuando el románico “pleno” se asentó en España. Es bajo los reinados de Sancho Ramírez de Aragón y Alfonso VI en Castilla y León, incluyendo también las actuales provincias de Asturias y Cantabria, cuando este estilo comienza a desplazar al arte tradicional dado hasta entonces en la zona noroeste de España. El asentamiento de este nuevo estilo dentro del románico se ve favorecida por la intensificación de las peregrinaciones de aquellas décadas, la reforma litúrgica y, por tanto, la gran cantidad de ideas provenientes de Francia.

Por esta última razón se considera este arte como extranjero, y conllevará a fuertes resistencias contra su expansión debido al fuerte arraigo de la cultura hispano-visigoda mantenida por el reino astur-leonés y por la población mozárabe.

La consolidación del estilo puro se muestra por primera vez en las iglesias de las estaciones del Camino de Santiago. Comenzando en Aragón y Navarra, cuya catedral de Jaca y las iglesias de Loarre y San Juan de la Peña en Huesca o el Monasterio de Leire en Navarra son buen ejemplo de ello. Se sigue desarrollando el estilo hasta llegar al reino de Castilla, a través de La Rioja, donde se construyó la soberbia catedral de Santo Domingo de la Calzada, simbolizando una puerta a la vida y la sabiduría; la iglesia monástica de San Martín de Frómista en Palencia y la basílica de San Isidoro de León. Es en esta época cuando se coloca al final del camino de Santiago las primeras piedras de la catedral de Santiago, símbolo universal del arte románico en España.

Arte Románico
Monasterio de Leire, en Navarra.

Arte Románico
Catedral de Jaca, en Huesca,

Los monasterios más importantes de la España románica son sin duda

los de Burgos. Se dice que desde aquí se difunde el nuevo concepto de arte que se desarrolla en España. Buena prueba de ello la encontramos en el monasterio de Santo Domingo de Silos, cuyo claustro bajo va a suponer la revolución de un concepto estético y simbólico que se distribuye por grandes territorios de Castilla y también fuera de ellos. Tanto es así, que muchos autores clasifican en arte románico en España con un antes y un después de la construcción de Silos. Y es que a pesar de la lejanía con el camino de Santiago, muchas ciudades fronterizas con éste, repobladas por Alfonso VI y Don Raimundo de Borgoña como Ávila, Segovia y Sepúlveda, reciben todo el influjo de este arte y se construyen importantes iglesias. Posteriormente, ciudades como Guadalajara, Atienza o Sigüenza también recibirán (aunque de forma tardía) la influencia de este arte.

Arte Románico

Monasterio de Santo Domingo de Silos en Burgos

Poco a poco pasa el tiempo, y las soluciones arquitectónicas van consolidándose y mejorando. Así aparecen volúmenes nuevos y la escultura comienza a tomar forma barroca. Con el fin del siglo XII se va también la mentalidad medieval, que trae consigo un siglo XIII en el que el hombre comienza a sentir un interés por la naturaleza y por sus propios estímulos físicos. Las figuras intentan parecerse mucho más a la realidad, y el simbolismo se ve rechazado a otro plano. Se comienza a desarrollar el subestilo del románico denominado tardorrománico.

Puede considerarse ya como un primer gótico, que en España, debido a las circunstancias políticas no acaba de popularizarse. Aunque algunas zonas geográficas fueron reconquistadas durante los siglo XI y XII, el nuevo arte cristiano no llegó a ellas hasta varias décadas después. Los repobladores pretendían conseguir una seguridad económica y de poder, y cuando así lo hicieron comenzaron a construir en sus aldeas parroquias que reunían todas las características de arte de moda en la época. Es por este motivo que se conservan en España gran cantidad de pequeñas iglesias románicas que constituyen un gran patrimonio arqueológico de una gran etapas de cambios para España.

Arquitectura

Se llama estilo románico en arquitectura al resultado de la combinación razonada y armónica de elementos constructivos y ornamentales de procedencia latina, oriental y septentrional que se formó en la Europa cristiana durante los primeros siglos de la baja Edad Media.

Plantas

Las plantas de las iglesias fueron muy variadas y es imposible hacer una relación de todas ellas. Citaremos las más importantes:

Plantas de salón o basilicales
Esta planta está relacionada con antiguos edificios públicos romanos y sobre todo, por las primeras iglesias paleocristianas y prerrománicas Se trata de iglesias longitudinales con 1, 3 ó 5 naves paralelas (espacio entre filas de arcadas) sin transepto y normalmente finalizadas en cabecera de ábsides semicirculares escalonados.

Plantas de cruz latina
A la disposición anterior se le añadía un brazo perpendicular saliente en planta (transepto) con lo que el resultado era de cruz latina. Ello simbolizaba la cruz de Cristo. Estas iglesias podían estar también rematadas en cabeceras con ábsides escalonados. Sin embargo, en iglesias de peregrinación y otros grandes templos las naves terminaban en una cabecera compleja formada por capilla mayor rodeada de una girola o deambulatorio de una o varias naves que la rodeaba y a la que se abrían capillas radiales. Un ejemplo español es la Catedral de Ávila.

Plantas circulares o poligonales
Las iglesias de plantas circulares o poligonales son menos frecuentes. Normalmente son templos al servicio de comunidades de órdenes militares participantes en la Cruzadas, como los templarios o los caballeros del Santo Sepulcro, por parecerse al templo de Salomón y al del Santo Sepulcro de Jerusalén, respectivamente.

Planta de cruz griega
Otra planta ocasional es la de cruz griega, es decir, formada por dos naves iguales que se cruzan perpendicularmente en el centro. Un ejemplo en España es la de Sant Pau del Camp en Barcelona.

Abovedamiento
La bóveda es una obra de fábrica curvada que sirve para cubrir el espacio comprendido entre dos muros o entre varios pilares.

En el periodo del románico pleno la bóveda más empleada para cubrir la nave principal del templo es la de medio cañón (bóveda de directriz continua semicircular) con arcos transversales de refuerzo o fajones, cabalgando sobre las arquerías inferiores. Esas enormes bóvedas ejercían una fuerza no sólo vertical sino transversal que tenía que ser contrarrestada con otras naves laterales o la presencia en el exterior de los muros de poderosos y macizos contrafuertes.

Aunque la bóveda de medio cañón longitudinal fue -como decimos- la más ampliamente usada para la nave principal, no se dejaron de inventar, durante el período románico, nuevas e ingeniosas formas de cubrición.

Por ejemplo, en lugares del sur y oeste de Francia como Angulema, Périgueux, Cahors, Solignac, Souillac, etc., durante las primeras décadas del siglo XII, se construyeron edificios de una sola y amplia nave, que se cubría con una serie de cúpulas semiesféricas sobre pechinas.

Esta solución arquitectónica tuvo una limitada difusión.

en la iglesia abacial de San Filiberto de Tournus (Borgoña), edificio de tres naves iniciado en el siglo XI, la nave central se cubre mediante una serie de bóvedas de medio cañón perpendiculares al eje de la nave, apoyando sobre inmensos pilares circulares. Ello permitió, aprovechando la superficie semicircular que queda bajo la intersección de la bóveda con el muro lateral para abrir ventanales de iluminación directa a la nave.

Por otro lado, en las naves laterales de los edificios del románico pleno se emplea principalmente la llamada bóveda de arista, construida sobre un espacio cuadrado y formada por el cruce de dos bóvedas de cañón de igual anchura. Esta bóveda, cuando se genera por el cruce de arcos apuntados y se refuerza con nervaduras da lugar a la bóveda de crucería.

Para abovedar el crucero, espacio cuadrado de intersección de nave y transepto, se emplea la cúpula, o bóveda con forma de media esfera u otra forma aproximada. Para pasar del cuadrado del crucero al círculo de la base de la cúpula semiesférica se emplearon las pechinas (soportes en forma de triángulo curvilíneo). También se usaron las trompas (soportes de forma cónica) que convertían el cuadrado en octógono como transición al círculo.

En los ábsides de planta semicircular se usó de manera invariable la bóveda de horno o de cuarto de esfera que se engarzaba a la de medio cañón correspondiente al tramo.

A partir de finales del siglo XI se comienzan a ensayar las primeras bóvedas de crucería en Inglaterra y Normandía (Francia), como en la catedral de Durham.

La gran utilidad de estas bóvedas es que los empujes que generan sobre las estructuras inferiores son más verticales y localizadas lo que permite un mejor contrarresto.

A lo largo del siglo XII se suceden iglesias con planta y soportes plenamente románicos (el habitual pilar cruciforme con cuatro semicolumnas en sus caras) que sin embargo tienen abovedamiento de crucería. Ello obligó en algunos casos a improvisar ménsulas para las nervaduras de la bóveda.

Estas construcciones de la arquitectura románica madura nunca han de considerarse góticas sólo por el abovedamiento. El gótico es un concepto arquitectónico y estético diferente. Los soportes góticos se hacen más complejos -con multitud de columnillas adosadas unas a otras o al pilar- para recibir los numerosos nervios de la bóveda de crucería y este avance se emplea para "desmaterializar el muro" y convertirlo en un mundo de cristal.

edificios románicos

Catedral de Trento.


Basílica de Agliate


Basílica de San Miniato al Monte (Florencia)


Escultura románica

Escultura románica

El Neoplatonismo defendido por San Agustín generó durante gran parte de la Edad Media la certeza de que el mundo natural es sólo una apariencia intermedia tras la que se oculta la verdadera realidad transcendente de Dios.

En este contexto, el arte debe rechazar la representación de la Naturaleza tal como se percibe por los sentidos y se exige extraer las verdades ocultas y el orden lógico que se esconden tras las formas físicas.

Integración de la escultura románica en la arquitectura. Puente la Reina, Navarra

De esta manera, las formas que adopta el románico se basan en una idea del arte desarrollado por y para la inteligencia humana, no para sus sentidos. No pretende, como otros estilos anteriores y posteriores, copiar fielmente la naturaleza circundante, sino conceptuar la belleza de una manera abstracta y racional.

Reproducción de un capitel del Museo Arqueológico

En el campo de la arquitectura, esto se traduce en el exclusivo uso de geometría euclidiana, es decir, de las figuras geométricas más simples. Es una arquitectura de "escuadra y compás" donde cuadrados, círculos, cubos y cilindros, se disponen con un sentido estricto del orden y la simetría. La belleza y armonía que transmiten no es, por tanto, el resultado accidental del artista que por intuición desarrolla unas formas bellas, sino un hecho calculado.

En el campo de la escultura, ésta se subordina a la arquitectura y sigue los mismos planteamientos de sometimiento al orden racional y la lógica. La "Ley del Marco" y la "Ley del Esquema Geométrico" enunciadas por Focillon reflejan este hecho con pleno acierto.

Tímpano  de San Juan de Rabanera. Soria

La Ley del Marco obliga al escultor románico a adaptar sus figuras al marco arquitectónico que las soporta. Esta ley es fácilmente evidenciable en las esculturas de los tímpanos, ya que debido a su forma circular obliga a los personajes a adoptar diferentes alturas o a inclinar y agachar sus cuerpos para no interrumpir la armonía del trazado semicircular.

Aves picándose laspatas. LeyreLa Ley del Esquema Geométrico exige al escultor que, aunque no se vea presionado por el marco arquitectónico, las figuras de su escultura han de tener una lógica geométrica intrínseca, como, por ejemplo, que sus figuras guarden simetría, formen figuras parecidas a cuadrados, círculos, cruces, etc. sin importar que este "forzamiento" distorsione la realidad de animales o personas talladas.

Como conclusión, en la escultura románica se adoptan las formas y proporciones más adecuadas para ajustarse a un orden geométrico racional. Por ello, en la escultura románica de portadas, cabeceras y fachadas encontramos personajes o animales achaparrados o de altura excesiva, a menudo realizando escorzos imposibles, y frecuentemente con perspectivas absurdas. Nada de esto invalida su belleza, si somos capaces de despojarnos de nuestra manera de pensar positivista.

Escultura románica de diferentes fechas: San Vicente de Ávila

Iconografía cristiana

Escena de EpifaníaUno de los principios que rigen la escultura románica es la de su funcionalidad para la comunicación y transmisión de ideas mediante meticulosos programas iconográficos. Estas ideas pueden ser simbólicas o simplemente descriptivas de episodios bíblicos

Dirigidos a un público analfabeto, los programas iconográficos de iglesias y catedrales se convertían en verdaderas Biblias de piedra.

Pecado Original. Iglesia de Vallejo de Mena, BurgosEn el comienzo del románico prevalecen las escenas del Antiguo Testamento como la creación del ho,mbre y el pecado original.

Pero rápidamente adquieren especial fuerza las historias del Nuevo. Escenas del ciclo de la Natividad (la Anunciación, Nacimiento, Epifanía...).

Especial importancia adquiere -sobre todo en los tímpanos de las portadas- el Juicio Final con Cristo en Majestad bajando desde los Cielos en la mandorla mística rodeado por los cuatro evangelistas en forma de Tetramorfos y en ocasiones el peso de las almas.

SangüesaPosteriormente, la figura de María compite con la anterior y es frecuente que aparezca la Virgen en Majestard con el Niño sentado en sus rodillas bendiciendo.

El Bestiario

Procedente del mundo grecorromano, bizantino y persa, el bestiario fantástico se apodera del mundo románico no sin resistencias y críticas por pensadores de la época. Pero el románico sacraliza esta estética pagana convirtiendo a los animales -tanto reales como imaginarios- en portadores de virtudes o perversiones, por lo que su aparición en capiteles, canecillos, tímpanos, etc. es reinventada y usada con sentido de enseñanza y advertencia.

Capitel procedente del Monasterio de Aguilar de Campoo

Quizás es el bestiario fantástico el motivo escultórico que más interés genera entre nosotros y el que mayor efecto de intimidación provocaría en el hombre medieval.

Creado por combinación de partes de animales diferentes, su estampa, en ocasiones atroz, se reforzaba mediante lucha con hombres indefensos, con el objetivo de conmover para renegar del pecado.

Aunque cualquier símbolo tiene dualidad de significados, incluso completamente opuestos, el románico usó ciertos animales con predilección para manifestar el bien y otros como formas del mal y del diablo.

Escultura tardorrománica: San Miguel de Segovia

Entre los primeros se encuentran fundamentalmente las aves en general, a menudo por comparación con el alma, ya que pueden ascender y alejarse de lo terrenal en busca del Cielo, y en ocasiones se les representa picando sus patas para poder despegar de la tierra y poder volar hacia el cielo (VER IMAGEN LATERAL de un capitel del Monasterio de Leyre).

También el león o el águila por su fuerza y nobleza suelen representar valores positivos, inclusive al propio Cristo. Es frecuente encontrar leones águilas y grifos en las enjutas de las portadas, como guardianes del templo. Un ave especialmente representada como ejemplo del bien es la cigüeña, por su carácter de ave de buen agüero, además de ser monógama comer serpientes (se le representa a menudo con una serpiente en su pico)

Tímpano de Yermo. Cantabria

En la nómina de los animales frecuentemente relacionados con el mal solemos encontrar al mono, como caricatura grotesca del hombre, la serpiente, símbolo por antonomasia del pecado y del demonio, la liebre y el conejo asociados con la lujuria por su fertilidad, el jabalí y el cerdo por ser la lujuriosos, sucios y perezosos, la cabra, el macho cabrío, etc.

Dentro del bestiario fantástico existen animales usados con frecuencia con carácter positivo, como los grifos (cabeza de y alas de águila y cuerpo de león) que dada la combinación de animales nobles se usan, como se ha indicado, como guardianes en las entradas (puertas y ventanas) de las iglesias.

Sin embargo, la nómina de animales fantásticos maléficos es mucho más amplia. Los dragones son los más genuinos enemigos de Dios y el hombre. Su representación en el románico se aleja de las formas que las leyendas nórdicas de siglos posteriores han hecho llegar hasta nuestros días. El dragón románico es una ave con cabeza perruna de grandes ojos y cuencas profundas, con orejas puntiagudas y alargadas fauces amenazantes. Su cola es de serpiente y en ocasiones en lugar de patas de ave muestra pezuñas.

Arpías. Duratón. Segovia

Otros animales maléficos son las arpías (cuerpo de rapaz, busto femenino -aunque en ocasiones también masculino- y con frecuencia, cola de serpiente) y la sirena (cuerpo femenino y cola o colas de pez), ambas representando la seducción y atrapamiento por los placeres carnales.

Los basiliscos (cabeza monstruosa con cresta de gallo con cuerpo y cola de serpiente) son los encargados de transportar las almas de los condenados al infierno. Los centauros (cabeza y tronco humanos y resto de caballo o equino) simbolizan la brutalidad y lujuria y con frecuencia se les representa con arco y flecha disparando a sirenas.

Iconografía profana

Tullido esculpido en la iglesia de Incinillas (Burgos)Junto a motivos estrictamente religiosos, el románico, sobre todo a medida que evoluciona y se arraiga en el ámbito rural alejado de las principales rutas de peregrinación, incorpora motivos de tipo costumbrista o anecdótico.

Suelen ser los canecillos de las iglesias rurales las que con mayor abundancia se adornan con esculturas que representan las costumbres de la época (cacerías, fiestas, banquetes, lances guerreros...) o la vida social, incluyendo a personajes más o menos corrientes en actitudes cotidianas.

Canecillo de San Miguel de FuentidueñaA menudo se pueden reconocer diferentes cargos eclesiásticos y civiles). Esta tendencia llega hasta su máximo extremo al aparecer en innumerables iglesias (Cantabria es conocida por ello, pero sin duda, su dispersión es completa en el panorama románico español) motivos explícitamente eróticos.

La evolución al gótico. La recuperación del naturalismo

Capitel de la Catedral de ÁvilaEl siglo XII trae consigo importantes cambios en la mentalidad europea. San Bernardo da un duro golpe a la amanerada vida monacal de la época dominada hasta entonces por los cluniacenses, verdaderos promotores del románico como lo conocemos. Las doctrinas de Aristóteles, prohibidas en muchos casos, empiezan a penetrar en el mundo cultural de las universidades y con ellas se produce un acercamiento al mundo natural.

El gótico es fruto de esta evolución y vuelta al naturalismo. En el campo de la arquitectura, aunque se continua apegado a normas geométricas del pasado, la libertad para el uso de las formas es mucho mayor y se resuelven problemas arquitectónicos con soluciones ingenieriles plenos de pragmatismo (con "inventos" tan útiles pero "poco coherentes geométricamente·" como la bóveda de crucería o el arbotante)

Anunciación de San Vicente de Ávila

Las fachadas ya no guardan un sentido tan estrictamente simétrico y la escultura "empieza a moverse". El hieratismo desaparece y los personajes adoptan posturas cómodas en la piedra, sonríen y parecen desear la seducción estética gracias a sus gentiles gestos, sus cuidados vestidos y peinados cabellos.

En este sentido, el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago es paradigmático de esta evolución. Algunos autores han llegado a juzgar al Maestro Mateo con dureza como responsable de la desacralización del arte románico y su derivación hacia un arte mucho más vacío de contenido transcendente. Esta influencia se hace notar en toda la escultura del último cuarto del siglo XII y las primeras décadas del siglo XIII, como en la Anunciación de la Basílica de San Vicente de Ávila.

Historia de la escultura románica en España

No es fácil hacer un compendio de la historia de la escultura románica ya que que cada investigador que se ha enfrentado al tema ha interpretado y defendido teorías diferentes para explicar la historia de la escultura románica española.

No podría ser de otra manera pues el objeto del estudio está muy incompleto. Nos faltan muchos de los edificios principales que fueron, paradójicamente, víctimas de la piqueta para ser reconstruidos en otros estilos (catedrales y monasterios). Lo que hace que las relaciones estilísticas se hagan de manera forzada. ¿Qué habría sucedido si la catedral de Jaca hubiera desaparecido? Probablemente el jeroglífico el arte románico en España se habría resuelto de otra manera muy distinta a como hoy se hace.

Capitel de Frómista. Una de lasprimeras y más grandes manifestaciones de la escultura románica en España

Habitualmente se establece una directa relación entre las primeras grandes tallas esculturas románicas del Camino de Santiago en España con el sur francés.

Los capiteles de Frómista y Jaca que representan desnudos de influencia grecorromana se han interpretado como un redescubrimiento del mundo clásico también realizado en la catedral de San Sernin de Tolouse. En esta onda no debe estar muy alejada ni la Puerta de las Platerías de la Catedral de Santiago ni las dos puertas meridionales de San Isidoro de León.

Tímpano de la Puerta de Las Platerías. Catedral de Santiago de Compostela

También se han relacionado determinados capiteles pseudocorintios de la catedral compostelana con algunos de los más antiguos de otra catedral francesa del Camino, la de Conques.

Leones en un capitel del Monasterio de Silos

Estas relaciones estilísticas directas entre diversas construcciones del Camino de Santiago al norte y sur de los Pirineos no debe extrañar por ser la ruta jacobea el principal transmisor de tendencias y -lo más importante- de contratación de maestros y talleres artísticos en busca de nuevos encargos.

En Silos aparece un magnífico taller (el llamado primer taller de Silos) alejado de influencias francesas y relacionado con la eboraria musulmana. Además de algunos magníficos capiteles del claustro son reseñables las escenas colocadas en los machones angulares el claustro, sobre todo la "Duda de Santo Tomás" y "Los discípulos de Emaus".

El Segundo taller, mucho más naturalista tuvo mayor influencia en grandes comarcas de Burgos, Palencia y Soria.

En el siglo XII, el románico en Aragón está marcado por dos talleres que van a dejar una amplia influencia en muchas iglesias, los de Uncastillo y San Juan de la Peña.

Navarra, por su lado, a lo largo del siglo XII recibe todo el efecto de la evolución del románico y gótico francés, pues es el Camino de Santiago atraviesa plenamente sus tierras. La fachada de Sangüesa con sus estatuas columnas es heredera de Chartres, como lo serán en tierras castellanas las iglesias de San Vicente de Ávila (puerta occidental) y San Martín de Segovia (Pórtico occidental).

En Cataluña, la manifestación escultórica más espectacular se realiza en el Monasterio de Santa María de Ripoll, articulada como un verdadero arco triunfal romano mediante siete frisos paralelos y superpuestos con un amplísimo repertorio iconográfico.

Pintura


PINTURA ROMANICA

Se llama pintura románica en conjunto a la desarrollada en Occidente desde la invasión de los bárbaros hasta mediados del siglo XIII en que empezó la así llamada gótica. Pueden distinguirse en ella varios estilos a semejanza de la arquitectura, destacando los siguientes:

- el de imitación bizantina, que en Italia se llamó italo-bizantino

- el carolingio, principalmente desarrollado en Francia

- el visigodo y mozárabe en España

- el románico propiamente dicho, que les sigue

- el irlandés y sus afines del Norte, es un estilo separado de los anteriores pero que influye en todos

Podían ser:

• Pinturas al Fresco: Pintura que se realiza mediante el uso de colores disueltos en agua, cal y extendidos sobre una capa de estuco fresco.

• Pintura sobre tablas: de madera, para los altares de las iglesias.

• Miniaturas: para los Códices.

CARACTERÍSTICAS:

- Objetivo didáctico: La Iglesia trataba de acercar el mensaje de las historias del Antiguo y Nuevo Testamento a un pueblo analfabeto.

- Pintura bidimensional: soporte que viene determinado por la arquitectura.

- El arte se apartará de la imitación de la realidad.

- La línea es el elemento predominante, dibujando las figuras y definiendo las zonas donde se aplicarán los colores.

- Blanco de la cal, el negro del hollín, pigmentos como el ocre amarillo, verde, azul… tratados como tonos fuertes.

GÓTICO:

El arte gótico es un estilo que se desarrolló en Europa occidental durante los últimos siglos de la Edad Media, desde mediados del siglo XII hasta la implantación del Renacimiento (siglo XV para Italia, y bien entrado el siglo XVI en los lugares donde el gótico pervivió más tiempo). Se trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente. Según los países y las regiones se desarrolla en momentos cronológicos diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones profundas: más puro en Francia (siendo bien distinto el de París y el de Provenza), más horizontal y cercano a la tradición clásica en Italia (aunque al norte se acoge uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de Milán), con peculiaridades locales en Flandes, Alemania, Inglaterra, Castilla y Aragón.

Arquitectura

Las características generales de la arquitectura gótica son:

• Verticalidad. Los edificios tienden a la altura. Tienen un sentido simbólico de ascensionalidad, de llegar al cielo.

Luminosidad. Espacios interiores muy luminosos y coloristas. Se debe al predominio de los vanos con vidrieras sobre los muros. La luminosidad coloreada pretende representar las sensaciones de una Jerusalén celestial.

Naturalismo. Los elementos escultóricos imbricados en la arquitectura suelen ser bastante naturalistas: follajes, hojas y animales en la decoración de los capiteles.

Los elementos constructivos utilizados eran:

Bóvedas de crucería.

La bóveda de crucería consta de dos elementos: los arcos que constituyen su armazón, o esqueleto, y los paños o elementos que cubren los espacios intermedios entre los arcos.

La bóveda presenta algún problema estático: a causa de su forma arqueada, aguda, y de su verticalidad, no sólo ejerce un empuje hacia abajo - absorbido como ya se ha dicho por los pilares o las columnas-, sino también fuertes empujes laterales, para neutralizar los cuales se disponen grandes arbotantes, es decir, arcos abiertos de un cuarto de circunferencia aproximadamente, que hacen la función de estructuras laterales de sostenimiento para la bóveda. Los arbotantes están situados principalmente encima de las naves laterales, ya que deben contrarrestar el empuje ejercido por las bóvedas -a menudo altísimas- de la nave central; y este empuje lo descargan sobre elevados contrafuertes, estructuras de soporte más bien macizas colocadas en el exterior de los muros de la catedral. Gracias a este original sistema de construcción, el peso de todos los elementos arquitectónicos se descarga gradualmente (partiendo del punto más elevado de la iglesia, es decir, de la clave de la bóveda de la nave central) del interior al exterior, hasta el suelo.

Plantas.

- de tradición románica. En él se observan casi las mismas formas que en el estilo románico y más comúnmente la de cruz latina, con girola o sin ella pero con los brazos poco salientes y con los ábsides o capillas absidiales frecuentemente poligonales. Las iglesias abaciales, sobre todo, cistercienses, siguen este tipo con brazos muy salientes como en la época románica. Y en las iglesias menores o populares se adopta como planta más común la de cruz latina o la rectangular y con un solo ábside poligonal en la cabecera;

- de salón. La planta carece de crucero de brazos salientes (aunque no deja de ostentarse más o menos la simbólica cruz de enmedio), el templo de salón presenta una disposición basilical y posee, como mínimo, tres naves de igual altura y, por consiguiente, un sistema de iluminación lateral. Los espacios interiores son amplios y desahogados, abarcables con una sola mirada y tremendamente unitarios, de ahí que parezcan o tengan el aspecto de un gran salón.

En todo caso, la planta se divide en tramos rectangulares o cuadrados determinados por las columnas y arcos transversales y sobre éstos, cargan las bóvedas de crucería. Desde mediados del siglo XIII se hace común el abrir capillas en los lados de las iglesias, entre los contrafuertes, para satisfacer la devoción de los gremios o cofradías y del pueblo en general, ya que antes de esta época era raro admitirlas fuera de los ábsides.


El estilo gótico no fue una creación intelectual y mística, sino que fue una revolución técnica de las formas de las escuelas románicas regionales y, sobre todo, una derivación de los procedimientos iniciados en Borgoña y difundidos por los monjes del Cister. Sin embargo, las regiones donde elestilo gótico francés llegó a su perfección fueron Normandía y la Isla de Francia, el territorio de dominio real de los alrededores de París.
En el estilo gótico, el carácter esencial de la construcción es un tipo especial de bóveda por arista, en ojiva, por lo cual se le ha llamado también estilo ojival. Va sostenida por arcos torales y diagonales que se apoyan unos contra otros, y sus empujes se equilibran con arbotantes o contrafuertes en el exterior. Este tipo de bóveda recibe el nombre de bóveda de crucería. Las bóvedas porarista, como cascarones de piedra sostenidos por arcos, no son una novedad exclusiva del estilo gótico, pues ya se usaban en el período románico y eran tradicionales en los edificios clásicos. Pero en el estilo románico las bóvedas por arista no son articuladas, sino sólidas, y su empuje contra los muros se amortigua y equilibra por el simple peso de la pared.
Es importante insistir acerca de la diferencia entre las bóvedas por arista, tanto clásicas como románicas, y las bóvedas góticas, con sus aristones independientes, o bóvedas de crucería. Para cubrir una planta cuadrada o rectangular, los romanos adoptaron a veces el sistema de lanzararcos diagonales de ángulo a ángulo, rellenando después el espacio intermedio con una masa de hormigón, a fin de hacer una bóveda concrecionada. En elestilo gótico, los arcos torales y diagonales son sueltos, con elasticidad propia, y sobre ellos descansan, aunque sin formar un solo cuerpo, los pedazos de bóveda también elástica, de piedra.
Por lo tanto, los arcos vienen a desempeñar el papel de cimbra permanente, cargando todo el peso y empuje en los ángulos de apoyo. Estos son los únicos puntos de laconstrucción que exigen buenos cimientos y una resistencia a toda prueba para recibir la carga del cuadrado de la bóveda. En el interior, los haces dearcos de las bóvedas se reúnen en los pilares, como un manojo de ramas sobre un tronco. Además, la bóveda romana por arista se adaptaba principalmente a una planta cuadrada o rectangular, mientras que la bóveda gótica puede emplearse en toda clase de plantas, hasta en las triangulares y trapezoidales, en los segmentos de los ábsides.
Una vez concentrado el empuje de estos arcos de las bóvedas de crucería en algunos puntos del muro, su presión oblicua, que tiende a derribarlo, es contrarrestada por contrafuertes o arcos que tienen un empuje contrario y se lanzan contra la pared oponiendo fuerza contra fuerza. En el arte románico, el sostenimiento era distinto: en primer lugar, la bóveda, por lo común, era cilíndrica, y tenía un empuje uniforme a lo largo del muro, empuje que se equilibraba con el propio peso de la pared, a lo más reforzada con machones o pilastras exteriores, como puntales.
En una palabra, la mecánica de la arquitectura clásica y de los tiempos románicos es una mecánica estática, esto es, del sistema de oponer peso contra fuerza, mientras que la mecánica gótica es dinámica, o sea del sistema de oponer empuje contra empuje. Por esto una iglesia gótica es un sistema tan complicado y tan perfecto, que no se puede tocar una parte del edificio sin alterar también todas las demás. Teóricamente, el día que se rompiera un contrafuerte, el empuje del arco que contra él se apoyaba no sería contrarrestado por nada absolutamente y el arco se abriría, como asimismo los otrosarcos diagonales que concurrían en el mismo punto, y toda la construcción, al faltarle un solo elemento, se vendría abajo.
Pero no son sólo los procedimientos constructivos lo que caracteriza el nuevo estilo gótico, sino que este estilo demuestra un gusto nuevo en las molduras y la ornamentación. Las molduras románicas eran claramente redondeadas, correspondiendo todavía muchas de ellas al repertorio de los estilos clásicos, mientras que las delestilo gótico ofrecen una complicación infinita de formas convexas, sobresaliendo de una superficie cóncava para producir grandes efectos de luz y sombra en el interior de los edificios.

Ventanas y vidrieras

La reducción de la estructura sustentante al mínimo imprescindible permitió abrir grandes huecos en los muros de las fachadas. Los artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su imaginación creando un arte desconocido hasta la fecha.

Las ventanas del periodo de transición suelen ser como las románicas de arco apuntado. Pero luego se ostenta el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con hermosos calados de piedra, los cuales se forman de rosetoncillos combinados, siempre sostenidos por columnillas o parteluces. En el siglo XIV se complica la tracería multiplicándose los rosetoncitos y adelantando ya el XV se combinan las líneas formando curvas serpenteantes constituyendo el calado flamígero.

Una cosa parecida se observa en los grandes rosetones que se colocan en lo alto de las fachadas: al principio, toman la forma radiante y sencilla aunque en iglesias suntuosas es algo más complicada. Se multiplican los adornos de la rosa en el siglo XIV y en el XV llega a ser la tracería un verdadero laberinto de curvas enlazadas. No faltan en todas las épocas sin embargo ventanas menores de traza más sencilla y pequeños aljimeces. Ventanas y rosetones suelen cerrarse con magníficas vidrieras polícromas e historiadas donde a su modo se ejercita el arte pictórico monumental ya que apenas le dejan espacio para su desarrollo los escasos lienzos de pared que median entre los referidos vanos en las iglesias suntuosas. Pero en las más humildes se sustituyen las vidrieras por láminas de piedra translúcida y aun tal vez por encerados.

Arco apuntado

El arco apuntado es uno de los elementos técnicos más característicos de la arquitectura gótica y vino a suceder al arco de medio punto, propio del estilo románico. El arco apuntado, a diferencia del arco de medio punto, es más esbelto y ligero por transmitir menores tensiones laterales, permitiendo adoptar formas más flexibles, resulta más eficaz, pues gracias a su verticalidad las presiones laterales son menores que en el arco de medio punto, permitiendo salvar mayores espacios


Puertas

En las puertas y la fachada despliega el arte gótico toda su magnificencia y su concepción teológica. La portada gótica admite la misma composición fundamental de forma abocinada, que la románica pero se multiplican las arquivoltas y se añade una mayor elevación de líneas con más riqueza y finura escultórica guardando siempre en arcos y adornos la forma propia del nuevo estilo. Encima de la puerta suele colocarse un elevado gablete.

Contrafuertes y arbotantes

Para soportar el empuje del peso de las bóvedas, en vez de construir gruesos muros como se realizaba en el románico, en el que los contrafuertes adoptaban la forma de pilares adosados exteriormente al muro, con un ancho creciente en su base; los arquitectos góticos idearon un sistema más eficiente: los contrafuertes con arbotantes. Los contrafuertes se separan de la pared, recayendo el empuje sobre ellos por medio de un arco de transmisión denominado arco arbotante. Todavía se puede alcanzar una mayor resistencia colocando a continuación un segundo contrafuerte. Los arbotantes también cumplen la misión de albergar los canales por donde descienden las aguas de los tejados y evitar así que resbalen por las fachadas.

ejemplos de edificios góticos en Florencia y Siena

Edificios Góticos en Italia

Santa Cruz de Florencia


Catedral de Siena


La escultura gótica

En principio la escultura se integra en los elementos arquitectónicos formando parte de las jambas, la estatua columna que se independiza del marco, pero poco a poco se irán haciendo estatuas de bulto redondo. Continúa teniendo una función didáctica, a demás de estética.

Sus formas son tienden a ser naturales, tanto en las proporciones como en las referencias al mundo real, sobre todo en los motivos vegetales. Hay una cierta influencia de los modelos clásicos, se busca la belleza natural de las formas. Sin embargo, no falta en la iconografía el bestiario fantástico de influencia oriental, como en las gárgolas y ciertos elementos secundarios, es un programa iconográfico similar al románico. El peso de la tradición románica es muy grande, hasta el punto de que en el siglo XIII la escultura aún está subordinada a la arquitectura. El conjunto tiene un sentido narrativo en el que se destacan los sentimientos nobles y la melancolía de la imagen. Las imágenes se comunican entre sí expresando sentimientos: alegría, tristeza, dolor, etc., hasta llegar al patetismo en el siglo XV. La divinidad se humaniza, el Cristo majestad pasa a ser el Hijo del Hombre, y la Virgen reina a Virgen madre. Reaparece el retrato.

El material preferido para la escultura es la piedra, pero también la madera, generalmente policromada.

Se rompen algunos convencionalismos del románico, como la frontalidad, el hieratismo y la adaptación al marco. El artista tiene libertad para hacer sus obras y las firmará. Las obras se colocarán en las portadas, sillerías, sepulcros, retablos, etc., en general en todos los lugares significativos.

Existirá una escultura monumental, ya que en las grandes catedrales empezaron a considerarse como algo más que mera decoración. Aparecen las estatuas columnas monumentales. Las figuras adquieren autonomía y se liberan del marco arquitectónico. Se abandonan los convencionalismos románicos. Los capiteles desaparecen de la vista de los fieles, y se abandonan aquí los motivos narrativos, quedando sólo una decoración vegetal. También se desarrollarán los retablos, realizados en madera. Algunos de estos retablos son móviles: dípticos, trípticos y polípticos. En el gótico final los retablos serán soporte de la pintura. También adquiere gran importancia la escultura funeraria. Este es el ámbito del retrato y donde hay un mayor realismo. Generalmente es un sepulcro exento, aunque en España triunfa el sepulcro incrustado en la pared, en la que aparece esculpida una escena. Otro ámbito en el que encontramos esculturas es en las sillerías del coro.

La pintura gótica
La pintura gótica se aproxima a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, no obstante, sigue siendo poco usual. Se desprende de los convencionalismos y amaneramientos bizantinos y románicos, pero no toma como ideal de belleza el arte griego ni romano antiguo. Por lo mismo, aunque dicha pintura es un verdadero renacimiento, se distingue de la propiamente llamada del Renacimiento clásico en que no cifra, como ésta, su perfección en la belleza de las formas exteriores (que, aun sin descuidarlas, resultan, a veces, algo incorrectas en la pintura gótica) sino, sobre todo, en la expresión de la idea religiosa y en dar a las figuras cierto sabor místico y eminentemente cristiano. A pesar de ello, también ha de decirse que es en este momento en el que comienza la pintura profana, esto es, la pintura en que los temas ya no son siempre religiosos. En el gótico, en correspondencia con las nuevas tendencias filosóficas y religiosas (recuperación de la filosofía de Aristóteles) se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones y sentimientos (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico. El artista gótico busca su inspiración en la vida. Hay mucho sentimiento en las obras góticas. Paralelamente, la cultura burguesa demanda una nueva elegancia dentro del arte. Hay más detalles narrativos, más frescura, color, luminosidad,... que se logran con técnicas más refinadas. En el principio del periodo gótico, el arte se producía principalmente con fines religiosos.

PISA

La Plaza del Duomo de Pisa, conocida también como la Plaza de los Milagros, es de una belleza incomparable y las obras maestras de la arquitectura que la ciñen, crean un conjunto de fascinante visión inimaginable.

El baptisterio, El Duomo (la catedral) y la famosísima torre pendiente (el campanario) surgen en el verdor del prado y el conjunto lo encierra hacia el fondo, un muro almendrado construido en el Siglo XII.

El baptisterio fue empezado en su construcción en 1152, por Diotisalvi y se terminó hacia el año 1200. En su género, este templo adquiere relieves singularísimos, pues el afiligranado de su rica decoración marmórea sobre la enorme mole cilíndrica, crea un motivo de sensación indescriptible. El decorado exterior de estilo gótico—romano—pisano, se debe a los creadores de esta escuela, los Pisano. Nicolás (padre) y Giovanni (hijo) que trabajaron desde el año 1250 hasta por los años de 1280. Tiene el baptisterio en sus fachadas cuatro puertas, de las cuales, habitualmente sólo la que mira hacia la catedral está abierta.

La catedral se principió en el año 1003, por el arquitecto Buschetto, ocupa un área en donde estaba una villa que pertenecía al emperador Adriano.

Fue consagrada por el papa Gelacio en el año 1118. La fachada es atribuida al arquitecto Rainaldo que la proyectó alrededor del año 1200, aproximadamente. Su parte inferior la componen una serie de arcos cegados y se debe su realización en la mayor parte a arquitectos toscanos. La parte superior muestra cuatro órdenes de arcaturas voladizas, en forma de galerías, que se superponen siguiendo la línea externa de la construcción y sostenidas por medio centenar de columnas coronadas por capiteles de diversas figuras y ornamentaciones. En el arco inferior de la izquierda, se halla el sarcófago que guarda las cenizas de Buschetto, el primero de los muchos artífices de la Catedral.

El campanario lo principió a construir Bonanno Pisano en el año 1173 y ya alcanzaba los once metros de altura, cuando un sedimento de terreno provocó la primera inclinación. Pisano trató de corregir el defecto por la parte superior, llegando alcanzar hasta el cuarto piso, sin lograr sus propósitos. Por esta razón, hubo de suspender los trabajos en diversas ocasiones, siendo hasta el año 1350, en que un Pisano, Tommaso, descendiente de la rama de estos artífices, la concluyó, coronando a este campanario cilíndrico de estilo Románico—Pisano, con una celda campanaria.

La altura del campanario es de 55 metros 22 centímetros del lado norte y 54.52 por el lado sur, esto debido a su inclinación que en un total alcanza 4.54 metros, fuera del “plomo” y que tiende al aumento a casi un milímetro al año.

Aunque el edificio más conocido en el mundo entero lo constituye este bello campanario, conocido como “La Torre de Pisa” y cuya virtud es de conservarse incólume a pesar de su inclinación, en sus casi ocho siglos desde que empezó a construirse, se ha considerado como una de las más admiradas maravillas de la arquitectura y de la historia, pues en esta torre Galileo Galilei, empezó sus estudios sobre la gravedad de los cuerpos.

LA TORRE DE PISA

La construcción del campanario para la catedral de la ciudad toscana de Pisa se encargó al arquitecto Bonanno Pisano hacia el año 1173. Este se propuso erigir un campanario en forma de columna y separado de la iglesia. No obstante, muy pronto se observó que los cimientos de la torre eran demasiado débiles, lo cual provocó que empezara a inclinarse (en un primer momento se ladeó unos 5 cm. hacia el sudeste) tras la conclusión de los primeros tres pisos.

La causa del torcimiento de la obra era el inestable subsuelo sobre el que se estaba levantando la torre. Pisano temió que su fama de arquitecto se viera afectada y mandó parar las obras.

Casi 100 años más tarde, Giovanni di Simone se arriesgó a reanudar la edificación e intentó compensar la inclinación de la torre construyendo verticalmente los cuatro pisos que faltaban. Las consecuencias fueron catastróficas, pues el campanario seguía inclinándose.

Di Simone se dio cuenta de su error y ordenó detener de nuevo las obras por más que el lugar donde debían colocarse las campanas no estuviera construido. En 1298 se midió una desviación de la plomada de 1,43 m, y en 1360 esta cifra ya había aumentado a 1,63 m. Con todo. Tommaso Pisano se decidió a continuar la construcción del campanario y a terminar la obra. Para ello, dispuso el claro de forma vertical sobre el edificio inclinado. En 1372, la torre del campanario quedaba lista para su inauguración.

En los siglos sucesivos, la inclinación de la torre se ralentizó. Se supone que el peso de la misma —unas 14.500 toneladas— terminó por compactar el suelo, lo cual permitió cierta estabilización del edificio.

Después de una década de esfuerzos de reconstrucción y estabilización, la torre fue reabierta al público el 15 de diciembre de 2001. Muchos métodos se propusieron para estabilizar la torre, incluyendo añadir 800 toneladas métricas de plomo de contrapeso. La solución final para corregir la inclinación fue eliminar 38 m³ de tierra de la zona inferior a la base. La torre ha sido declarada estable para al menos otros 300 años:

Las labores de consolidación han permitido que la inclinación sea la que tenía en 1700, 3,99 metros.




EL BAPTISTERIO DE PISA

Lo diseñó casi por entero el Maestro Diotisalvi, un prestigioso arquitecto toscano de la época. Diotisalvi concibió un edificio religioso de enormes proporciones en mármol blanco y de planta circular en conmemoración a la “Rotonda de la Anástasis”, el grandioso mausoleo situado sobre el Santo Sepulcro de Jerusalén.
El arquitecto dirigió las obras del Baptisterio desde 1152 hasta 1180, aprox., hasta que la parte superior de los arcos del primer nivel de la fachada se terminaron de construir y hasta que las columnas y los pilares interiores estuvieron acabados.
En 1260 el célebre escultor italiano Nicola Pisano dio continuidad a las obras del Baptisterio, que habían quedado interrumpidas durante décadas, aumentando la altura del Baptisterio mediante el posicionamiento de dos cúpulas. La superior y más pequeña de ellas es de forma cónica con la cima recortada y está situada sobre la principal en forma de hemisferio. A Nicola Pisano le sucedió su hijo Giovanni (Pisa -1250 ca. – Pisa 1316).

Las obras prosiguieron sin interrupción alguna durante unos dos siglos, por lo que se observan elementos procedentes de dos estilos distintos, fundamentalmente. Los arcos ciegos que están situados en la parte baja de la fachada son de estilo románico-pisano, mientras que las pequeñas galerías superiores son de estilo gótico.
El Baptisterio de San Giovanni de Pisa, cuya construcción y ornamentación interior se terminó en el siglo XIV, está considerado como el mayor de su estilo en el mundo de la Cristiandad. Tiene más de 107 metros de circunferencia y la cúpula mide 75 metros de altura.

El interior del Baptisterio tiene una longitud de 55 metros y un diámetro de 35,5 metros.
Sus enormes dimensiones resultan más evidentes desde el interior que desde el exterior, a causa de la visión directa y completa de las proporciones. La grandiosidad de la inmensa planta está delicadamente iluminada por cuantiosas y bellísimas vidrieras románicas y góticas dispuestas alrededor de los muros del edificio circular.

La magnífica cúpula se sustenta sobre ocho columnas y cuatro pilares con espléndidos capiteles tallados, lo que produce un efecto de luminosidad y de solemnidad sorprendentes.




El púlpito de Nicola Pisano:

El gran púlpito se sustenta sobre una columna central instalada en un pedestal con imágenes grotescas y representaciones de animales, basadas en imágenes de antiguas religiones paganas, y seis columnas externas. De éstas, tres de ellas reposan sobre lomos de leones que están decorados con diseños románicos que representan el triunfo del Cristianismo.
Las columnas están rematadas con capiteles góticos espléndidamente tallados.
Los arcos que conforman el púlpito cuentan con valiosos paneles labrados con las imágenes de los profetas, los evangelistas, San Juan Bautista y las virtudes. Además, Nicola Pisano talló una larga serie de escenas, sublimemente expresadas, que describen la vida de Nuestro Señor Jesucristo, comenzando por la Anunciación de la Virgen y terminando por la Pasión de Jesús y el Juicio Final.

LA CATEDRAL DE PISA

Fue iniciada en 1063-1064 por el arquitecto Buscheto, con la décima del botín de la empresa pisana contras las Islas Baleares. Se fundieron en ella elementos estilísticos diversos, clásicos, lombardo-emilianos, bizantinos y en particular islámicos para probar la presencia internacional de los mercaderes pisanos de aquellos tiempos. En el mismo año se iniciaba también la reconstrucción de la Basílica de San Marcos en Venecia, por lo que puede colegirse que también hubo cierta rivalidad entre las dos repúblicas marineras para crear el lugar de culto más bello y suntuoso.La catedral fue consagrada en 1118 por el Papa Gelasio II, pero ya en la primera mitad del siglo XII fue ampliado bajo la dirección del arquitecto Rainaldo a quien correspondió el proyecto de la fachada actual, concluida por su grupo de maestros guiados por los escultores Guglielmo y Biduino.

Planta:

Al inicio, el edificio tenía planta de cruz griega y la cúpula sobre el cruce de ambos brazos. Hoy tiene planta de cruz latina con cinco naves con ábside y transepto de tres naves. El interior sugiere un efecto espacial similar al de las grandes mezquitas

Cubierta:

La cubierta tiene una riquísima decoración que comprende mármoles multicolores, mosaicos y numerosos objetos de bronce provenientes del botín de guerra.

Los arcos de perfil agudo hacen referencia a influencias musulmanas y del centro de Italia. La fachada de mármol gris y blanco, decorada con incrustaciones de mármol colorado fue edificada por el maestro Rainaldo.

Su famoso campanario la Torre de Pisa Los tres portales están bajo tres órdenes de logias divididas por cornice con teselas de mármol, tras las cuales se abren monóforas, bíforas y trífora.

La puerta principal de bronce macizo fue fundida en el taller de Giambologna, pero antiguamente los visitantes entraban en la catedral a través de la Puerta de San Raniero, hoy colocada atrás, frente a la Torre inclinada. La puerta de san Raniero está decorada con 24 motivos ornamentales dentro de e cornices.