El Arte románico surgió de manera paulatina y casi simultánea en Italia, Francia, Alemania y España. En cada uno de estos países surgió con características propias, aunque con suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito europeo.
Evolucion por Europa
Fue la forma representativa del cristianismo en toda Europa, y su estilo invitaba a la reflexión y el amor hacia Dios. El país relacionado con el románico por autonomasia es Francia, aunque también tuvieron su participación Inglaterra, Escocia, Borgoña y la mitad norte de España. Italia, centro de la vida papal y por lo tanto opuesta a la unificación religiosa de todo el continente, recibió de forma más indirecta este estilo artístico, aunque fue el país con el románico más puro debido a su pasado como centro del Imperio Romano. Todo el conjunto de estos edificios, incluidos los que fueron derruidos en épocas anteriores, constituyen una gran fuente de investigación arquitectónica sin precedentes.
* ARQUITECTURA
Las iglesias eran en la Alta Edad Media el punto de encuentro de los fieles con Dios, y por tanto debía representarlo a Él. Pero el arte románico va a dar un cambio radical a estas edificaciones. Se deja un lado la sencillez que predominaba hasta entonces y se emplea de nuevo la majestuosidad de las construcciones romanas. Las naves de estos lugares estaban cubiertas de techos abovedados, en vez de madera y sus exteriores estaban decorados con estatuas y ornamentación arquitectónica.
Francia suboccidental
Vista aérea de St. Sernin, enToulouse (Francia)
La iglesia más representativa de la parte sur de Francia es sin duda la Iglesia de St. Senin en Toulouse. Es una edificación mucho más compleja que la de construcciones anteriores. Construida con planta de cruz latina, con el tronco más largo que los tros dos segmentos que se abren a ambos lados. Esta característica proporcionaba una nave central mucho más espaciosa gracias a esos brazos transversales denominados cruceros. Era allí donde se situaban los peregrinos que había recorrido un largo camino para asistir a los ritos religiosos, que se realizaban en el compartimento más pequeño del edificio: el ábside del extremo oriental. La nave central estaba flanqueada por dos naves laterales a sus costados, que interiormente se prolongaban a través de los brazos del crucero formando un deambulatorio (sitio para pasear). El deambulatorio albergaba diversas capillas, la mayor de ellas estaba dedicada por lo general a la Virgen María, por lo que recibía el nombre de Capilla de la Señora.
Planta de la Iglesia de St. Sernin, en Toulouse (Francia)
El conjunto formado por el ábside, las capillas y la zona del deambulatorio se conocía como ábside de peregrinaje. Las naves laterales estaban cubierta por bóvedas de arista. En el exterior, la elevación de los tejados hace destacar la nave central y el crucero. Esto es así por una decisión del arquitecto que de esta forma reducía el riesgo de incendio en el núcleo central de la iglesia. Pero el motivo más importante para esta elevación de los tejados era el de hacerle una casa al señor con toda la majestuosidad posible. Esta altura de la bóveda obligaba a construir galerías por encima de las naves laterales, así obtenemos una visión de semipenumbra causada por la gran distancia entre los ventanales y la nave.
Francia occidental.
Fachada de Notre-Dame la Grande de Poitieres (Francia)
La iglesia de Notre-Dame la Grande de Poitiers es muy distinta a la de St. Sernin. La fachada románica es baja y ancha, con arcadas en las que se alojan estatuas sentadas o de pie. Debajo se sitúa la entrada principal, enmarcada en tres arcos sostenidos por columnas. Un friso ancho de relieves recorre toda la fachada principal de lado a lado del arco central y acaban en las dos torres laterales. Los chapiteles de estas torres igualan la altura de la parte más ancha de la fachada. Sus arcos, columnas y capiteles están decorados con un clásico follaje que recuerda a los sarcófagos romanos
Normandía e Inglaterra
Fachada principal de St. Etienne en Caen (ciudad francesa del departamento de Normandía)
Siguiendo el recorrido de la expansión del arte románico, hacia el norte, vemos como la fachada principal evoluciona de distinta forma. Podemos observar por ejemplo la iglesia de St. Etienne de Caen. En esta obra arquitectónica se reduce la decoración (hasta el punto que a simple vista parece inexistente) y se divide toda entera por cuatro contrafuertes que hacen de la fachada cuatro partes. Las torres laterales son completamente verticales que son de una considerable altura sin tener en cuenta sus chapiteles. El conjunto de esta iglesia, resulta muy frío y sosegado, y está creado para disfrutar más por la mente que por los sentidos físicos.
Mucho más al norte, en el reino de Inglaterra, tenemos otra buena muestra de la evolución que sufrieron las edificaciones románicas cuanto más se extendían por el norte.
Nave central de la catedral de Durham (Inglaterra)
La catedral de Durham es una de las iglesias más espaciosas de la Europa Medieval. Su nave central es ancha, con el doble de longitud en sus tramos que los de las naves laterales y se apoyan en los pilares impares de cada arcada de la nave. Los arcos del crucero son de medio punto, mientras que los del extremo occidental son ligeramente apuntados. Esto nos demuestra la continua búsqueda del perfeccionismo artístico.
*ESCULTURA
En esta época resurge la escultura monumental tallada en piedra, que hasta ese momento sólo se mantuvo como forma de decoración superficial u ornamento arquitectónico de talla reducida. En la Alta Edad Media la escultura en miniatura fue la tónica dominante, con pequeños relieves y figurillas realizados en metal o marfil; la escultura de gran escala se limitaba casi exclusivamente a la madera.
Al igual que en la arquitectura cada zona geográfica tenía su propio estilo escultórico, con características muy marcadas en cada una de ellas.
Francia suboccidental
Cuándo y dónde comenzó este resurgimiento de la escultura en piedra no es sabido con certeza. Pero los lugares en los que parece tener su inicio son la Francia suboccidental y España septentrional, más concretamente por la ruta de peregrinaje a Santiago de Compostela. La escultura que se emplea en el exterior de las iglesias estaba diseñada con el propósito de atraer a los fieles cristianos.
El desarrollo de la escultura en piedra, entre la segunda mitad del siglo XI y la primera década del siglo XII, refleja en fervor religioso de la población en épocas anteriores a la primera Cruzada. A pesar de este renacer en la escultura, nunca fue bien acogida por la comunidad eclesiástica, que calificaba estos adornos como “una lectura en el mármol en vez de en los libros”
El Apóstol. Detalle de la decoración exterior de St. Pierre de Moissac, en Toulouse (Francia)
El Apóstol es un detalle de la decoración exterior de la iglesia de St. Pierre de Moissac, de Toulouse, en Francia. Tiene un pronunciado aire clásico. El diseño es una solemne frontalidad que procede de una fuente bizantina. Al verse aumentada la estatua, el artista debe realizar mucho más las formas; de este modo vemos muy marcado el cabello, el gorro y el cuerpo, severo y ceñido del “Apóstol”. Estas características le hacen poseer toda la dignidad y sencillez de las esculturas de la Grecia arcaica.
Si nos fijamos en la puerta de la abadía de St. Pierre de Moissac, observaremos una gran riqueza exuberante de formas escultóricas. El dintel está decorado con figuras humanas y zoomórficas que han sido talladas con gran flexibilidad, entrelazándose cuerpo de humanos y de leones. La figura del profeta está tomada claramente de las antiguas esculturas en miniatura. La explicación de la presencia de los leones no se queda en la simple idea de un elemento ornamental, llega a la consideración de ser una característica expresiva de las fuerzas oscuras que han sido condenadas a una situación eterna a pesar de sus actitudes de protesta.
Borgoña
En las iglesias románicas, el tímpano (espacio triangular que queda entre las dos cornisas inclinadas de un frontón y la horizontal de su base) está adornado generalmente por una composición que tiene como centro a Cristo en un trono y a menudo también representa de forma drástica la imagen más sobrecogedora del arte cristiano: “El Juicio Final”. Es en la catedral de Autun donde podemos observar la representación de este hecho de forma muy expresiva, mostrándose claramente el acto de pesar las almas, tallado con un gran detallismo. Debajo de esta imagen, aparecen los muertos saliendo de las tumbas, asustados y temblando por haber visto las serpientes y manos gigantescas que los arrastraban. Cada uno de los platillos de la balanza está sujetado por demonios y ángeles que tiran para un lado u otro. La interpretación del mármol podía dar al visitante el miedo necesario para entrar a la Iglesia para salvar su alma de aquello macabros demonios.
El valle del Mosa
Si nos trasladamos al valle del Mosa, un río que nace en el nordeste de Francia y fluye hacia Bélgica y Holanda, podremos descubrir que allí el conocimiento de las fuentes clásicas se realizaba desde mucho antes de la aparición del románico y que continuó después durante este periodo. La escultura de esta zona está trabajada sobre el metal. Así lo muestra esta extraordinaria fuente bautismal tallada en bronce. Está fechada en Lieja entre 1107 a 1118 y conocemos a su autor: Renier de Huy. El simbolismo vuelve a jugar aquí un papel muy importante, ya que la base de esta pila son doce bueyes que simbolizan a los doce apóstoles. En general, toda la composición reza un equilibrio del diseño, que aún siendo datada de época medieval muestra un gran carácter clásico. Además, algunos detalles griegos como las ropas de sus figuras, pueden resultar engañosos a la hora de señalar la época de esta escultura.
Pila bautismal. Reiner de Huy. 1107-1118. Bronce. Altura, 65 cm. St. Barthaélemy, Lieja.
Las esculturas en bronce fueron muy escasas y por eso la mayoría de ellas no ha llegado hasta nuestros días. Sí nos ha quedado gran número de aguamaniles de este metal, decorados con leones, dragones o bestias, que los curas utilizaban para lavar sus manos en la celebración de la misa (representando así los trabajos de los monstruos a Dios). Estas figuras derivaban del arte persa transmitidas a Occidente a través del comercio con el mundo islámico.
* PINTURA
Esta expresión artística no se desarrolla de la misma forma que la arquitectura ni la escultura del románico, y apenas puede hacerse una distinción entre la pintura de la Edad Media y la pintura románica. Pero no por este hecho la pintura deja de ser importante en este estilo artístico.
De igual forma que la arquitectura y la escultura albergó gran número de variaciones locales, aunque las producciones más bellas nos llegan desde los monasterios de Francia, Bélgica y el sur de Inglaterra. Porque no debemos olvidar que la pintura era la base fundamental de la iluminación de manuscritos. Las obras de estas zonas son muy parecidas entre sí.
En la representación de San Juan Bautista en el Evangelio del Abad Wedricus existe una tendencia románica a realizar el dibujo con formas lineales, aunque suavizadas por la influencia bizantina, pero sin dejar el ritmo de las formas. El personaje principal se centra en un marco, del que parece no tener salida. Esta expresión del dibujo lineal y los sencillos contornos que lo definen, se adaptan con gran facilidad a las diferentes escalas de las pinturas románicas, que podían ser representadas en murales, tapices, vidrieras de colores o relieves escultóricos.
El “Tapiz de Bayeux” es un friso bordado en paño, de unos 70 cm. de longitud, que narra la invasión de Inglaterra por Guillermo el Conquistador. En este friso, no se centra la imagen principal dentro de un marco si no que se divide en tres partes horizontales. La parte superior está adornada con pájaros y otros animales, pero la franja inferior está decoradas con imágenes de soldados y caballos, lo que la hace estar más integrada en la composición central del tapiz.
Aunque improvisto de todos los refinamiento de la pintura clásica, el tapiz nos recrea una visión sorprendentemente intensa y detallada del arte militar en el siglo XI. La superposición de las figuras hace de cada combatiente un héroe individual que de una forma u otra ayuda incluso cuando ha sido derrotado.
“La Construcción de la Torre de Babel”, representada en la nave central de la iglesia de St. Servin-sur-Gartempe, trata una composición realmente dramática en la que el propio Dios participa directamente en la narración.
Fue a mediados del siglo XII cuando la pintura románica comenzó a sufrir cambios tanto en Francia como en Inglaterra. “El paso del mar Rojo”es una plancha esmaltada realizada por Nicolás de Verdún y que compone el retablo de la abadía de Klosterneuburg (Austria), se aleja de las formas lineales y recobra de súbito una forma de líneas tridimensionales. Los pliegues de la ropa tienen el volumen del cuerpo que las lleva puesta. Es aquí dónde podemos observar ese predominio clásico que hasta entonces estuvo perdido en la pintura románica.
A partir de este momento la pintura románica deja de ser considerada como tal y es simplemente un paso transitorio entre el románico y el gótico.
EL ARTE ROMÁNICO EN ESPAÑA.
Al igual que en el resto de Europa, el arte románico se desarrolló de muy diferentes formas en cada una de las regiones españolas. A estas variaciones las llamamos “variaciones regionales”.
Fueron debidas a la diversidad de culturas que existieron hasta el siglo XV en España, ya que le sur estaba dominado por los musulmanes y por los cristianos que reconquistaron las tierras del norte. Es por tanto por esta zona dónde se desarrolla un arte románico cuyo legado ha perdurado hasta nuestros días.
Estas circunstancias políticas y geográficas, crearon un románico condicionado de forma especial a la de nuestros vecinos europeos. Se desarrolla sólo en la mitad norte del país y desde su nacimiento en el siglo X hasta su desaparición en el siglo XIII recorre todos los ciclos vitales de todo estilo artístico: fase arcaica (primer románico), fase clásica (románico pleno) y por último la fase decadente o barroquizante (tardorománico).
La “primera etapa” se desarrolla en las décadas finales del siglo X y en la mayor parte del XI. Se extiende por todo el noreste de España. Es así como comienzan a construirse en el norte de Cataluña un elevado número de templos en Lérida, Gerona y Barcelona. Fue este primer impulso el que llevó al reino de Aragón a comenzar la construcción de estas edificaciones que se conservan sobre todo en Huesca. En estas zonas se usaba la piedra para las obras escultóricas, las cabeceras adornadas con arquillos y bandas dispuestas rítmicamente, los templos están cubiertos por bóvedas de cañón, las naves son más amplias y elevadas, los pilares son una forma de sustentación, en vez de la columna y la escultura es casi inexistente.
Monasterio catalán. Muestra del arte románico en Cataluña.
La segunda fase se desarrolla entre la segunda mitad del siglo XI y la primera del siglo XII. Constituye la época dorada del románico español y se caracteriza por difundir en nuestro territorio el arte procedente de Francia que entró por la ruta de peregrinación del Camino de Santiago. Es en este periodo cuando se edifican los principales monasterios, las grandes catedrales románicas de las rutas de peregrinación y otras importantes iglesias en las ciudades de mayor influencia y poder económico. Se caracteriza por poseer una estructura de líneas y volúmenes armónicos, una escultura muy rica en fachadas, puertas, ventanas, etc. En la pintura se consigue dar expresividad a la escultura tradicionalmente tallada en piedra y tendrá una gran importancia la difusión en las obras artísticas el mensaje catequista y la justa simbología.
Aunque en algunas zonas estas características se dieron en las fechas señaladas, no fue hasta la séptima década del siglo XI, cuando el románico “pleno” se asentó en España. Es bajo los reinados de Sancho Ramírez de Aragón y Alfonso VI en Castilla y León, incluyendo también las actuales provincias de Asturias y Cantabria, cuando este estilo comienza a desplazar al arte tradicional dado hasta entonces en la zona noroeste de España. El asentamiento de este nuevo estilo dentro del románico se ve favorecida por la intensificación de las peregrinaciones de aquellas décadas, la reforma litúrgica y, por tanto, la gran cantidad de ideas provenientes de Francia.
Por esta última razón se considera este arte como extranjero, y conllevará a fuertes resistencias contra su expansión debido al fuerte arraigo de la cultura hispano-visigoda mantenida por el reino astur-leonés y por la población mozárabe.
La consolidación del estilo puro se muestra por primera vez en las iglesias de las estaciones del Camino de Santiago. Comenzando en Aragón y Navarra, cuya catedral de Jaca y las iglesias de Loarre y San Juan de la Peña en Huesca o el Monasterio de Leire en Navarra son buen ejemplo de ello. Se sigue desarrollando el estilo hasta llegar al reino de Castilla, a través de La Rioja, donde se construyó la soberbia catedral de Santo Domingo de la Calzada, simbolizando una puerta a la vida y la sabiduría; la iglesia monástica de San Martín de Frómista en Palencia y la basílica de San Isidoro de León. Es en esta época cuando se coloca al final del camino de Santiago las primeras piedras de la catedral de Santiago, símbolo universal del arte románico en España.
Monasterio de Leire, en Navarra.
Catedral de Jaca, en Huesca,
Los monasterios más importantes de la España románica son sin duda
los de Burgos. Se dice que desde aquí se difunde el nuevo concepto de arte que se desarrolla en España. Buena prueba de ello la encontramos en el monasterio de Santo Domingo de Silos, cuyo claustro bajo va a suponer la revolución de un concepto estético y simbólico que se distribuye por grandes territorios de Castilla y también fuera de ellos. Tanto es así, que muchos autores clasifican en arte románico en España con un antes y un después de la construcción de Silos. Y es que a pesar de la lejanía con el camino de Santiago, muchas ciudades fronterizas con éste, repobladas por Alfonso VI y Don Raimundo de Borgoña como Ávila, Segovia y Sepúlveda, reciben todo el influjo de este arte y se construyen importantes iglesias. Posteriormente, ciudades como Guadalajara, Atienza o Sigüenza también recibirán (aunque de forma tardía) la influencia de este arte.
Monasterio de Santo Domingo de Silos en Burgos
Poco a poco pasa el tiempo, y las soluciones arquitectónicas van consolidándose y mejorando. Así aparecen volúmenes nuevos y la escultura comienza a tomar forma barroca. Con el fin del siglo XII se va también la mentalidad medieval, que trae consigo un siglo XIII en el que el hombre comienza a sentir un interés por la naturaleza y por sus propios estímulos físicos. Las figuras intentan parecerse mucho más a la realidad, y el simbolismo se ve rechazado a otro plano. Se comienza a desarrollar el subestilo del románico denominado tardorrománico.
Puede considerarse ya como un primer gótico, que en España, debido a las circunstancias políticas no acaba de popularizarse. Aunque algunas zonas geográficas fueron reconquistadas durante los siglo XI y XII, el nuevo arte cristiano no llegó a ellas hasta varias décadas después. Los repobladores pretendían conseguir una seguridad económica y de poder, y cuando así lo hicieron comenzaron a construir en sus aldeas parroquias que reunían todas las características de arte de moda en la época. Es por este motivo que se conservan en España gran cantidad de pequeñas iglesias románicas que constituyen un gran patrimonio arqueológico de una gran etapas de cambios para España.
ArquitecturaSe llama estilo románico en arquitectura al resultado de la combinación razonada y armónica de elementos constructivos y ornamentales de procedencia latina, oriental y septentrional que se formó en la Europa cristiana durante los primeros siglos de la baja Edad Media.
Plantas
Las plantas de las iglesias fueron muy variadas y es imposible hacer una relación de todas ellas. Citaremos las más importantes:
Plantas de salón o basilicales
Esta planta está relacionada con antiguos edificios públicos romanos y sobre todo, por las primeras iglesias paleocristianas y prerrománicas Se trata de iglesias longitudinales con 1, 3 ó 5 naves paralelas (espacio entre filas de arcadas) sin transepto y normalmente finalizadas en cabecera de ábsides semicirculares escalonados.
Plantas de cruz latina
A la disposición anterior se le añadía un brazo perpendicular saliente en planta (transepto) con lo que el resultado era de cruz latina. Ello simbolizaba la cruz de Cristo. Estas iglesias podían estar también rematadas en cabeceras con ábsides escalonados. Sin embargo, en iglesias de peregrinación y otros grandes templos las naves terminaban en una cabecera compleja formada por capilla mayor rodeada de una girola o deambulatorio de una o varias naves que la rodeaba y a la que se abrían capillas radiales. Un ejemplo español es la Catedral de Ávila.
Plantas circulares o poligonales
Las iglesias de plantas circulares o poligonales son menos frecuentes. Normalmente son templos al servicio de comunidades de órdenes militares participantes en la Cruzadas, como los templarios o los caballeros del Santo Sepulcro, por parecerse al templo de Salomón y al del Santo Sepulcro de Jerusalén, respectivamente.
Planta de cruz griega
Otra planta ocasional es la de cruz griega, es decir, formada por dos naves iguales que se cruzan perpendicularmente en el centro. Un ejemplo en España es la de Sant Pau del Camp en Barcelona.
Abovedamiento
La bóveda es una obra de fábrica curvada que sirve para cubrir el espacio comprendido entre dos muros o entre varios pilares.
En el periodo del románico pleno la bóveda más empleada para cubrir la nave principal del templo es la de medio cañón (bóveda de directriz continua semicircular) con arcos transversales de refuerzo o fajones, cabalgando sobre las arquerías inferiores. Esas enormes bóvedas ejercían una fuerza no sólo vertical sino transversal que tenía que ser contrarrestada con otras naves laterales o la presencia en el exterior de los muros de poderosos y macizos contrafuertes.
Aunque la bóveda de medio cañón longitudinal fue -como decimos- la más ampliamente usada para la nave principal, no se dejaron de inventar, durante el período románico, nuevas e ingeniosas formas de cubrición.
Por ejemplo, en lugares del sur y oeste de Francia como Angulema, Périgueux, Cahors, Solignac, Souillac, etc., durante las primeras décadas del siglo XII, se construyeron edificios de una sola y amplia nave, que se cubría con una serie de cúpulas semiesféricas sobre pechinas.
Esta solución arquitectónica tuvo una limitada difusión.
en la iglesia abacial de San Filiberto de Tournus (Borgoña), edificio de tres naves iniciado en el siglo XI, la nave central se cubre mediante una serie de bóvedas de medio cañón perpendiculares al eje de la nave, apoyando sobre inmensos pilares circulares. Ello permitió, aprovechando la superficie semicircular que queda bajo la intersección de la bóveda con el muro lateral para abrir ventanales de iluminación directa a la nave.
Por otro lado, en las naves laterales de los edificios del románico pleno se emplea principalmente la llamada bóveda de arista, construida sobre un espacio cuadrado y formada por el cruce de dos bóvedas de cañón de igual anchura. Esta bóveda, cuando se genera por el cruce de arcos apuntados y se refuerza con nervaduras da lugar a la bóveda de crucería.
Para abovedar el crucero, espacio cuadrado de intersección de nave y transepto, se emplea la cúpula, o bóveda con forma de media esfera u otra forma aproximada. Para pasar del cuadrado del crucero al círculo de la base de la cúpula semiesférica se emplearon las pechinas (soportes en forma de triángulo curvilíneo). También se usaron las trompas (soportes de forma cónica) que convertían el cuadrado en octógono como transición al círculo.
En los ábsides de planta semicircular se usó de manera invariable la bóveda de horno o de cuarto de esfera que se engarzaba a la de medio cañón correspondiente al tramo.
A partir de finales del siglo XI se comienzan a ensayar las primeras bóvedas de crucería en Inglaterra y Normandía (Francia), como en la catedral de Durham.
La gran utilidad de estas bóvedas es que los empujes que generan sobre las estructuras inferiores son más verticales y localizadas lo que permite un mejor contrarresto.
A lo largo del siglo XII se suceden iglesias con planta y soportes plenamente románicos (el habitual pilar cruciforme con cuatro semicolumnas en sus caras) que sin embargo tienen abovedamiento de crucería. Ello obligó en algunos casos a improvisar ménsulas para las nervaduras de la bóveda.
Estas construcciones de la arquitectura románica madura nunca han de considerarse góticas sólo por el abovedamiento. El gótico es un concepto arquitectónico y estético diferente. Los soportes góticos se hacen más complejos -con multitud de columnillas adosadas unas a otras o al pilar- para recibir los numerosos nervios de la bóveda de crucería y este avance se emplea para "desmaterializar el muro" y convertirlo en un mundo de cristal.
edificios románicosCatedral de Trento.
![](http://lh5.ggpht.com/_oq6t6Hpihvs/Smmv4Uy-BVI/AAAAAAAAOC0/LK1PKxGpElw/agliate+basilica,+italia.jpg)
Basílica de Agliate
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLo4JJSELFCxoSRQChQLYiCymgmbGYYZBQ22u5kYrFFl0ExTKhTF2F7kxB-m9-Oezdb6zn9VnFh8SubTuOPYRGm_zC-Qa3azJGYlid8d6rx1LYzHNvG0M5enNJxea30joAEsJKaYQrIWQ/s320/BASILICA+DE+SAN+MINIATO+FLORENCIA.jpg)
Basílica de San Miniato al Monte (Florencia)
Escultura románica
Escultura románica
El Neoplatonismo defendido por San Agustín generó durante gran parte de la Edad Media la certeza de que el mundo natural es sólo una apariencia intermedia tras la que se oculta la verdadera realidad transcendente de Dios.
En este contexto, el arte debe rechazar la representación de la Naturaleza tal como se percibe por los sentidos y se exige extraer las verdades ocultas y el orden lógico que se esconden tras las formas físicas.
De esta manera, las formas que adopta el románico se basan en una idea del arte desarrollado por y para la inteligencia humana, no para sus sentidos. No pretende, como otros estilos anteriores y posteriores, copiar fielmente la naturaleza circundante, sino conceptuar la belleza de una manera abstracta y racional.
En el campo de la arquitectura, esto se traduce en el exclusivo uso de geometría euclidiana, es decir, de las figuras geométricas más simples. Es una arquitectura de "escuadra y compás" donde cuadrados, círculos, cubos y cilindros, se disponen con un sentido estricto del orden y la simetría. La belleza y armonía que transmiten no es, por tanto, el resultado accidental del artista que por intuición desarrolla unas formas bellas, sino un hecho calculado.
En el campo de la escultura, ésta se subordina a la arquitectura y sigue los mismos planteamientos de sometimiento al orden racional y la lógica. La "Ley del Marco" y la "Ley del Esquema Geométrico" enunciadas por Focillon reflejan este hecho con pleno acierto.
La Ley del Marco obliga al escultor románico a adaptar sus figuras al marco arquitectónico que las soporta. Esta ley es fácilmente evidenciable en las esculturas de los tímpanos, ya que debido a su forma circular obliga a los personajes a adoptar diferentes alturas o a inclinar y agachar sus cuerpos para no interrumpir la armonía del trazado semicircular.
La Ley del Esquema Geométrico exige al escultor que, aunque no se vea presionado por el marco arquitectónico, las figuras de su escultura han de tener una lógica geométrica intrínseca, como, por ejemplo, que sus figuras guarden simetría, formen figuras parecidas a cuadrados, círculos, cruces, etc. sin importar que este "forzamiento" distorsione la realidad de animales o personas talladas.
Como conclusión, en la escultura románica se adoptan las formas y proporciones más adecuadas para ajustarse a un orden geométrico racional. Por ello, en la escultura románica de portadas, cabeceras y fachadas encontramos personajes o animales achaparrados o de altura excesiva, a menudo realizando escorzos imposibles, y frecuentemente con perspectivas absurdas. Nada de esto invalida su belleza, si somos capaces de despojarnos de nuestra manera de pensar positivista.
Iconografía cristiana
Uno de los principios que rigen la escultura románica es la de su funcionalidad para la comunicación y transmisión de ideas mediante meticulosos programas iconográficos. Estas ideas pueden ser simbólicas o simplemente descriptivas de episodios bíblicos
Dirigidos a un público analfabeto, los programas iconográficos de iglesias y catedrales se convertían en verdaderas Biblias de piedra.
En el comienzo del románico prevalecen las escenas del Antiguo Testamento como la creación del ho,mbre y el pecado original.
Pero rápidamente adquieren especial fuerza las historias del Nuevo. Escenas del ciclo de la Natividad (la Anunciación, Nacimiento, Epifanía...).
Especial importancia adquiere -sobre todo en los tímpanos de las portadas- el Juicio Final con Cristo en Majestad bajando desde los Cielos en la mandorla mística rodeado por los cuatro evangelistas en forma de Tetramorfos y en ocasiones el peso de las almas.
Posteriormente, la figura de María compite con la anterior y es frecuente que aparezca la Virgen en Majestard con el Niño sentado en sus rodillas bendiciendo.
El Bestiario
Procedente del mundo grecorromano, bizantino y persa, el bestiario fantástico se apodera del mundo románico no sin resistencias y críticas por pensadores de la época. Pero el románico sacraliza esta estética pagana convirtiendo a los animales -tanto reales como imaginarios- en portadores de virtudes o perversiones, por lo que su aparición en capiteles, canecillos, tímpanos, etc. es reinventada y usada con sentido de enseñanza y advertencia.
Quizás es el bestiario fantástico el motivo escultórico que más interés genera entre nosotros y el que mayor efecto de intimidación provocaría en el hombre medieval.
Creado por combinación de partes de animales diferentes, su estampa, en ocasiones atroz, se reforzaba mediante lucha con hombres indefensos, con el objetivo de conmover para renegar del pecado.
Aunque cualquier símbolo tiene dualidad de significados, incluso completamente opuestos, el románico usó ciertos animales con predilección para manifestar el bien y otros como formas del mal y del diablo.
Entre los primeros se encuentran fundamentalmente las aves en general, a menudo por comparación con el alma, ya que pueden ascender y alejarse de lo terrenal en busca del Cielo, y en ocasiones se les representa picando sus patas para poder despegar de la tierra y poder volar hacia el cielo (VER IMAGEN LATERAL de un capitel del Monasterio de Leyre).
También el león o el águila por su fuerza y nobleza suelen representar valores positivos, inclusive al propio Cristo. Es frecuente encontrar leones águilas y grifos en las enjutas de las portadas, como guardianes del templo. Un ave especialmente representada como ejemplo del bien es la cigüeña, por su carácter de ave de buen agüero, además de ser monógama comer serpientes (se le representa a menudo con una serpiente en su pico)
En la nómina de los animales frecuentemente relacionados con el mal solemos encontrar al mono, como caricatura grotesca del hombre, la serpiente, símbolo por antonomasia del pecado y del demonio, la liebre y el conejo asociados con la lujuria por su fertilidad, el jabalí y el cerdo por ser la lujuriosos, sucios y perezosos, la cabra, el macho cabrío, etc.
Dentro del bestiario fantástico existen animales usados con frecuencia con carácter positivo, como los grifos (cabeza de y alas de águila y cuerpo de león) que dada la combinación de animales nobles se usan, como se ha indicado, como guardianes en las entradas (puertas y ventanas) de las iglesias.
Sin embargo, la nómina de animales fantásticos maléficos es mucho más amplia. Los dragones son los más genuinos enemigos de Dios y el hombre. Su representación en el románico se aleja de las formas que las leyendas nórdicas de siglos posteriores han hecho llegar hasta nuestros días. El dragón románico es una ave con cabeza perruna de grandes ojos y cuencas profundas, con orejas puntiagudas y alargadas fauces amenazantes. Su cola es de serpiente y en ocasiones en lugar de patas de ave muestra pezuñas.
Otros animales maléficos son las arpías (cuerpo de rapaz, busto femenino -aunque en ocasiones también masculino- y con frecuencia, cola de serpiente) y la sirena (cuerpo femenino y cola o colas de pez), ambas representando la seducción y atrapamiento por los placeres carnales.
Los basiliscos (cabeza monstruosa con cresta de gallo con cuerpo y cola de serpiente) son los encargados de transportar las almas de los condenados al infierno. Los centauros (cabeza y tronco humanos y resto de caballo o equino) simbolizan la brutalidad y lujuria y con frecuencia se les representa con arco y flecha disparando a sirenas.
Iconografía profana
Junto a motivos estrictamente religiosos, el románico, sobre todo a medida que evoluciona y se arraiga en el ámbito rural alejado de las principales rutas de peregrinación, incorpora motivos de tipo costumbrista o anecdótico.
Suelen ser los canecillos de las iglesias rurales las que con mayor abundancia se adornan con esculturas que representan las costumbres de la época (cacerías, fiestas, banquetes, lances guerreros...) o la vida social, incluyendo a personajes más o menos corrientes en actitudes cotidianas.
A menudo se pueden reconocer diferentes cargos eclesiásticos y civiles). Esta tendencia llega hasta su máximo extremo al aparecer en innumerables iglesias (Cantabria es conocida por ello, pero sin duda, su dispersión es completa en el panorama románico español) motivos explícitamente eróticos.
La evolución al gótico. La recuperación del naturalismo
El siglo XII trae consigo importantes cambios en la mentalidad europea. San Bernardo da un duro golpe a la amanerada vida monacal de la época dominada hasta entonces por los cluniacenses, verdaderos promotores del románico como lo conocemos. Las doctrinas de Aristóteles, prohibidas en muchos casos, empiezan a penetrar en el mundo cultural de las universidades y con ellas se produce un acercamiento al mundo natural.
El gótico es fruto de esta evolución y vuelta al naturalismo. En el campo de la arquitectura, aunque se continua apegado a normas geométricas del pasado, la libertad para el uso de las formas es mucho mayor y se resuelven problemas arquitectónicos con soluciones ingenieriles plenos de pragmatismo (con "inventos" tan útiles pero "poco coherentes geométricamente·" como la bóveda de crucería o el arbotante)
Las fachadas ya no guardan un sentido tan estrictamente simétrico y la escultura "empieza a moverse". El hieratismo desaparece y los personajes adoptan posturas cómodas en la piedra, sonríen y parecen desear la seducción estética gracias a sus gentiles gestos, sus cuidados vestidos y peinados cabellos.
En este sentido, el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago es paradigmático de esta evolución. Algunos autores han llegado a juzgar al Maestro Mateo con dureza como responsable de la desacralización del arte románico y su derivación hacia un arte mucho más vacío de contenido transcendente. Esta influencia se hace notar en toda la escultura del último cuarto del siglo XII y las primeras décadas del siglo XIII, como en la Anunciación de la Basílica de San Vicente de Ávila.
Historia de la escultura románica en España
No es fácil hacer un compendio de la historia de la escultura románica ya que que cada investigador que se ha enfrentado al tema ha interpretado y defendido teorías diferentes para explicar la historia de la escultura románica española.
No podría ser de otra manera pues el objeto del estudio está muy incompleto. Nos faltan muchos de los edificios principales que fueron, paradójicamente, víctimas de la piqueta para ser reconstruidos en otros estilos (catedrales y monasterios). Lo que hace que las relaciones estilísticas se hagan de manera forzada. ¿Qué habría sucedido si la catedral de Jaca hubiera desaparecido? Probablemente el jeroglífico el arte románico en España se habría resuelto de otra manera muy distinta a como hoy se hace.
Habitualmente se establece una directa relación entre las primeras grandes tallas esculturas románicas del Camino de Santiago en España con el sur francés.
Los capiteles de Frómista y Jaca que representan desnudos de influencia grecorromana se han interpretado como un redescubrimiento del mundo clásico también realizado en la catedral de San Sernin de Tolouse. En esta onda no debe estar muy alejada ni la Puerta de las Platerías de la Catedral de Santiago ni las dos puertas meridionales de San Isidoro de León.
También se han relacionado determinados capiteles pseudocorintios de la catedral compostelana con algunos de los más antiguos de otra catedral francesa del Camino, la de Conques.
Estas relaciones estilísticas directas entre diversas construcciones del Camino de Santiago al norte y sur de los Pirineos no debe extrañar por ser la ruta jacobea el principal transmisor de tendencias y -lo más importante- de contratación de maestros y talleres artísticos en busca de nuevos encargos.
En Silos aparece un magnífico taller (el llamado primer taller de Silos) alejado de influencias francesas y relacionado con la eboraria musulmana. Además de algunos magníficos capiteles del claustro son reseñables las escenas colocadas en los machones angulares el claustro, sobre todo la "Duda de Santo Tomás" y "Los discípulos de Emaus".
El Segundo taller, mucho más naturalista tuvo mayor influencia en grandes comarcas de Burgos, Palencia y Soria.
En el siglo XII, el románico en Aragón está marcado por dos talleres que van a dejar una amplia influencia en muchas iglesias, los de Uncastillo y San Juan de la Peña.
Navarra, por su lado, a lo largo del siglo XII recibe todo el efecto de la evolución del románico y gótico francés, pues es el Camino de Santiago atraviesa plenamente sus tierras. La fachada de Sangüesa con sus estatuas columnas es heredera de Chartres, como lo serán en tierras castellanas las iglesias de San Vicente de Ávila (puerta occidental) y San Martín de Segovia (Pórtico occidental).
En Cataluña, la manifestación escultórica más espectacular se realiza en el Monasterio de Santa María de Ripoll, articulada como un verdadero arco triunfal romano mediante siete frisos paralelos y superpuestos con un amplísimo repertorio iconográfico.
Pintura
PINTURA ROMANICA
Se llama pintura románica en conjunto a la desarrollada en Occidente desde la invasión de los bárbaros hasta mediados del siglo XIII en que empezó la así llamada gótica. Pueden distinguirse en ella varios estilos a semejanza de la arquitectura, destacando los siguientes:
- el de imitación bizantina, que en Italia se llamó italo-bizantino
- el carolingio, principalmente desarrollado en Francia
- el visigodo y mozárabe en España
- el románico propiamente dicho, que les sigue
- el irlandés y sus afines del Norte, es un estilo separado de los anteriores pero que influye en todos
Podían ser:
• Pinturas al Fresco: Pintura que se realiza mediante el uso de colores disueltos en agua, cal y extendidos sobre una capa de estuco fresco.
• Pintura sobre tablas: de madera, para los altares de las iglesias.
• Miniaturas: para los Códices.
CARACTERÍSTICAS:
- Objetivo didáctico:
- Pintura bidimensional: soporte que viene determinado por la arquitectura.
- El arte se apartará de la imitación de la realidad.
- La línea es el elemento predominante, dibujando las figuras y definiendo las zonas donde se aplicarán los colores.
GÓTICO:
El arte gótico es un estilo que se desarrolló en Europa occidental durante los últimos siglos de
Arquitectura
Las características generales de la arquitectura gótica son:
• Verticalidad. Los edificios tienden a la altura. Tienen un sentido simbólico de ascensionalidad, de llegar al cielo.
• Luminosidad. Espacios interiores muy luminosos y coloristas. Se debe al predominio de los vanos con vidrieras sobre los muros. La luminosidad coloreada pretende representar las sensaciones de una Jerusalén celestial.
• Naturalismo. Los elementos escultóricos imbricados en la arquitectura suelen ser bastante naturalistas: follajes, hojas y animales en la decoración de los capiteles.
Los elementos constructivos utilizados eran:
Bóvedas de crucería.
La bóveda presenta algún problema estático: a causa de su forma arqueada, aguda, y de su verticalidad, no sólo ejerce un empuje hacia abajo - absorbido como ya se ha dicho por los pilares o las columnas-, sino también fuertes empujes laterales, para neutralizar los cuales se disponen grandes arbotantes, es decir, arcos abiertos de un cuarto de circunferencia aproximadamente, que hacen la función de estructuras laterales de sostenimiento para la bóveda. Los arbotantes están situados principalmente encima de las naves laterales, ya que deben contrarrestar el empuje ejercido por las bóvedas -a menudo altísimas- de la nave central; y este empuje lo descargan sobre elevados contrafuertes, estructuras de soporte más bien macizas colocadas en el exterior de los muros de la catedral. Gracias a este original sistema de construcción, el peso de todos los elementos arquitectónicos se descarga gradualmente (partiendo del punto más elevado de la iglesia, es decir, de la clave de la bóveda de la nave central) del interior al exterior, hasta el suelo.
Plantas.
- de tradición románica. En él se observan casi las mismas formas que en el estilo románico y más comúnmente la de cruz latina, con girola o sin ella pero con los brazos poco salientes y con los ábsides o capillas absidiales frecuentemente poligonales. Las iglesias abaciales, sobre todo, cistercienses, siguen este tipo con brazos muy salientes como en la época románica. Y en las iglesias menores o populares se adopta como planta más común la de cruz latina o la rectangular y con un solo ábside poligonal en la cabecera;
- de salón. La planta carece de crucero de brazos salientes (aunque no deja de ostentarse más o menos la simbólica cruz de enmedio), el templo de salón presenta una disposición basilical y posee, como mínimo, tres naves de igual altura y, por consiguiente, un sistema de iluminación lateral. Los espacios interiores son amplios y desahogados, abarcables con una sola mirada y tremendamente unitarios, de ahí que parezcan o tengan el aspecto de un gran salón.
El estilo gótico no fue una creación intelectual y mística, sino que fue una revolución técnica de las formas de las escuelas románicas regionales y, sobre todo, una derivación de los procedimientos iniciados en Borgoña y difundidos por los monjes del Cister. Sin embargo, las regiones donde elestilo gótico francés llegó a su perfección fueron Normandía y la Isla de Francia, el territorio de dominio real de los alrededores de París.
En el estilo gótico, el carácter esencial de la construcción es un tipo especial de bóveda por arista, en ojiva, por lo cual se le ha llamado también estilo ojival. Va sostenida por arcos torales y diagonales que se apoyan unos contra otros, y sus empujes se equilibran con arbotantes o contrafuertes en el exterior. Este tipo de bóveda recibe el nombre de bóveda de crucería. Las bóvedas porarista, como cascarones de piedra sostenidos por arcos, no son una novedad exclusiva del estilo gótico, pues ya se usaban en el período románico y eran tradicionales en los edificios clásicos. Pero en el estilo románico las bóvedas por arista no son articuladas, sino sólidas, y su empuje contra los muros se amortigua y equilibra por el simple peso de la pared.
Es importante insistir acerca de la diferencia entre las bóvedas por arista, tanto clásicas como románicas, y las bóvedas góticas, con sus aristones independientes, o bóvedas de crucería. Para cubrir una planta cuadrada o rectangular, los romanos adoptaron a veces el sistema de lanzararcos diagonales de ángulo a ángulo, rellenando después el espacio intermedio con una masa de hormigón, a fin de hacer una bóveda concrecionada. En elestilo gótico, los arcos torales y diagonales son sueltos, con elasticidad propia, y sobre ellos descansan, aunque sin formar un solo cuerpo, los pedazos de bóveda también elástica, de piedra.
Por lo tanto, los arcos vienen a desempeñar el papel de cimbra permanente, cargando todo el peso y empuje en los ángulos de apoyo. Estos son los únicos puntos de laconstrucción que exigen buenos cimientos y una resistencia a toda prueba para recibir la carga del cuadrado de la bóveda. En el interior, los haces dearcos de las bóvedas se reúnen en los pilares, como un manojo de ramas sobre un tronco. Además, la bóveda romana por arista se adaptaba principalmente a una planta cuadrada o rectangular, mientras que la bóveda gótica puede emplearse en toda clase de plantas, hasta en las triangulares y trapezoidales, en los segmentos de los ábsides.
Una vez concentrado el empuje de estos arcos de las bóvedas de crucería en algunos puntos del muro, su presión oblicua, que tiende a derribarlo, es contrarrestada por contrafuertes o arcos que tienen un empuje contrario y se lanzan contra la pared oponiendo fuerza contra fuerza. En el arte románico, el sostenimiento era distinto: en primer lugar, la bóveda, por lo común, era cilíndrica, y tenía un empuje uniforme a lo largo del muro, empuje que se equilibraba con el propio peso de la pared, a lo más reforzada con machones o pilastras exteriores, como puntales.
En una palabra, la mecánica de la arquitectura clásica y de los tiempos románicos es una mecánica estática, esto es, del sistema de oponer peso contra fuerza, mientras que la mecánica gótica es dinámica, o sea del sistema de oponer empuje contra empuje. Por esto una iglesia gótica es un sistema tan complicado y tan perfecto, que no se puede tocar una parte del edificio sin alterar también todas las demás. Teóricamente, el día que se rompiera un contrafuerte, el empuje del arco que contra él se apoyaba no sería contrarrestado por nada absolutamente y el arco se abriría, como asimismo los otrosarcos diagonales que concurrían en el mismo punto, y toda la construcción, al faltarle un solo elemento, se vendría abajo.
Pero no son sólo los procedimientos constructivos lo que caracteriza el nuevo estilo gótico, sino que este estilo demuestra un gusto nuevo en las molduras y la ornamentación. Las molduras románicas eran claramente redondeadas, correspondiendo todavía muchas de ellas al repertorio de los estilos clásicos, mientras que las delestilo gótico ofrecen una complicación infinita de formas convexas, sobresaliendo de una superficie cóncava para producir grandes efectos de luz y sombra en el interior de los edificios.
Ventanas y vidrieras
La reducción de la estructura sustentante al mínimo imprescindible permitió abrir grandes huecos en los muros de las fachadas. Los artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su imaginación creando un arte desconocido hasta la fecha.
Las ventanas del periodo de transición suelen ser como las románicas de arco apuntado. Pero luego se ostenta el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con hermosos calados de piedra, los cuales se forman de rosetoncillos combinados, siempre sostenidos por columnillas o parteluces. En el siglo XIV se complica la tracería multiplicándose los rosetoncitos y adelantando ya el XV se combinan las líneas formando curvas serpenteantes constituyendo el calado flamígero.
Arco apuntado
El arco apuntado es uno de los elementos técnicos más característicos de la arquitectura gótica y vino a suceder al arco de medio punto, propio del estilo románico. El arco apuntado, a diferencia del arco de medio punto, es más esbelto y ligero por transmitir menores tensiones laterales, permitiendo adoptar formas más flexibles, resulta más eficaz, pues gracias a su verticalidad las presiones laterales son menores que en el arco de medio punto, permitiendo salvar mayores espacios
Puertas
Contrafuertes y arbotantes
ejemplos de edificios góticos en Florencia y Siena
Edificios Góticos en Italia
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Santa Cruz de Florencia
La escultura gótica
En principio la escultura se integra en los elementos arquitectónicos formando parte de las jambas, la estatua columna que se independiza del marco, pero poco a poco se irán haciendo estatuas de bulto redondo. Continúa teniendo una función didáctica, a demás de estética.
Sus formas son tienden a ser naturales, tanto en las proporciones como en las referencias al mundo real, sobre todo en los motivos vegetales. Hay una cierta influencia de los modelos clásicos, se busca la belleza natural de las formas. Sin embargo, no falta en la iconografía el bestiario fantástico de influencia oriental, como en las gárgolas y ciertos elementos secundarios, es un programa iconográfico similar al románico. El peso de la tradición románica es muy grande, hasta el punto de que en el siglo XIII la escultura aún está subordinada a la arquitectura. El conjunto tiene un sentido narrativo en el que se destacan los sentimientos nobles y la melancolía de la imagen. Las imágenes se comunican entre sí expresando sentimientos: alegría, tristeza, dolor, etc., hasta llegar al patetismo en el siglo XV. La divinidad se humaniza, el Cristo majestad pasa a ser el Hijo del Hombre, y
El material preferido para la escultura es la piedra, pero también la madera, generalmente policromada.
Se rompen algunos convencionalismos del románico, como la frontalidad, el hieratismo y la adaptación al marco. El artista tiene libertad para hacer sus obras y las firmará. Las obras se colocarán en las portadas, sillerías, sepulcros, retablos, etc., en general en todos los lugares significativos.
La pintura gótica
La pintura gótica se aproxima a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, no obstante, sigue siendo poco usual. Se desprende de los convencionalismos y amaneramientos bizantinos y románicos, pero no toma como ideal de belleza el arte griego ni romano antiguo. Por lo mismo, aunque dicha pintura es un verdadero renacimiento, se distingue de la propiamente llamada del Renacimiento clásico en que no cifra, como ésta, su perfección en la belleza de las formas exteriores (que, aun sin descuidarlas, resultan, a veces, algo incorrectas en la pintura gótica) sino, sobre todo, en la expresión de la idea religiosa y en dar a las figuras cierto sabor místico y eminentemente cristiano. A pesar de ello, también ha de decirse que es en este momento en el que comienza la pintura profana, esto es, la pintura en que los temas ya no son siempre religiosos.
PISA
La Plaza del Duomo de Pisa, conocida también como la Plaza de los Milagros, es de una belleza incomparable y las obras maestras de la arquitectura que la ciñen, crean un conjunto de fascinante visión inimaginable.
El baptisterio, El Duomo (la catedral) y la famosísima torre pendiente (el campanario) surgen en el verdor del prado y el conjunto lo encierra hacia el fondo, un muro almendrado construido en el Siglo XII.
El baptisterio fue empezado en su construcción en 1152, por Diotisalvi y se terminó hacia el año 1200. En su género, este templo adquiere relieves singularísimos, pues el afiligranado de su rica decoración marmórea sobre la enorme mole cilíndrica, crea un motivo de sensación indescriptible. El decorado exterior de estilo gótico—romano—pisano, se debe a los creadores de esta escuela, los Pisano. Nicolás (padre) y Giovanni (hijo) que trabajaron desde el año 1250 hasta por los años de 1280. Tiene el baptisterio en sus fachadas cuatro puertas, de las cuales, habitualmente sólo la que mira hacia la catedral está abierta.
La catedral se principió en el año 1003, por el arquitecto Buschetto, ocupa un área en donde estaba una villa que pertenecía al emperador Adriano.
Fue consagrada por el papa Gelacio en el año 1118. La fachada es atribuida al arquitecto Rainaldo que la proyectó alrededor del año 1200, aproximadamente. Su parte inferior la componen una serie de arcos cegados y se debe su realización en la mayor parte a arquitectos toscanos. La parte superior muestra cuatro órdenes de arcaturas voladizas, en forma de galerías, que se superponen siguiendo la línea externa de la construcción y sostenidas por medio centenar de columnas coronadas por capiteles de diversas figuras y ornamentaciones. En el arco inferior de la izquierda, se halla el sarcófago que guarda las cenizas de Buschetto, el primero de los muchos artífices de la Catedral.
El campanario lo principió a construir Bonanno Pisano en el año 1173 y ya alcanzaba los once metros de altura, cuando un sedimento de terreno provocó la primera inclinación. Pisano trató de corregir el defecto por la parte superior, llegando alcanzar hasta el cuarto piso, sin lograr sus propósitos. Por esta razón, hubo de suspender los trabajos en diversas ocasiones, siendo hasta el año 1350, en que un Pisano, Tommaso, descendiente de la rama de estos artífices, la concluyó, coronando a este campanario cilíndrico de estilo Románico—Pisano, con una celda campanaria.
La altura del campanario es de 55 metros 22 centímetros del lado norte y 54.52 por el lado sur, esto debido a su inclinación que en un total alcanza 4.54 metros, fuera del “plomo” y que tiende al aumento a casi un milímetro al año.
Aunque el edificio más conocido en el mundo entero lo constituye este bello campanario, conocido como “La Torre de Pisa” y cuya virtud es de conservarse incólume a pesar de su inclinación, en sus casi ocho siglos desde que empezó a construirse, se ha considerado como una de las más admiradas maravillas de la arquitectura y de la historia, pues en esta torre Galileo Galilei, empezó sus estudios sobre la gravedad de los cuerpos.
La construcción del campanario para la catedral de la ciudad toscana de Pisa se encargó al arquitecto Bonanno Pisano hacia el año 1173. Este se propuso erigir un campanario en forma de columna y separado de la iglesia. No obstante, muy pronto se observó que los cimientos de la torre eran demasiado débiles, lo cual provocó que empezara a inclinarse (en un primer momento se ladeó unos
La causa del torcimiento de la obra era el inestable subsuelo sobre el que se estaba levantando la torre. Pisano temió que su fama de arquitecto se viera afectada y mandó parar las obras.
Casi 100 años más tarde, Giovanni di Simone se arriesgó a reanudar la edificación e intentó compensar la inclinación de la torre construyendo verticalmente los cuatro pisos que faltaban. Las consecuencias fueron catastróficas, pues el campanario seguía inclinándose.
Di Simone se dio cuenta de su error y ordenó detener de nuevo las obras por más que el lugar donde debían colocarse las campanas no estuviera construido. En 1298 se midió una desviación de la plomada de
En los siglos sucesivos, la inclinación de la torre se ralentizó. Se supone que el peso de la misma —unas 14.500 toneladas— terminó por compactar el suelo, lo cual permitió cierta estabilización del edificio.
Después de una década de esfuerzos de reconstrucción y estabilización, la torre fue reabierta al público el 15 de diciembre de 2001. Muchos métodos se propusieron para estabilizar la torre, incluyendo añadir 800 toneladas métricas de plomo de contrapeso. La solución final para corregir la inclinación fue eliminar
Las labores de consolidación han permitido que la inclinación sea la que tenía en 1700,
EL BAPTISTERIO DE PISA
Lo diseñó casi por entero el Maestro Diotisalvi, un prestigioso arquitecto toscano de la época. Diotisalvi concibió un edificio religioso de enormes proporciones en mármol blanco y de planta circular en conmemoración a la “Rotonda de
El arquitecto dirigió las obras del Baptisterio desde 1152 hasta 1180, aprox., hasta que la parte superior de los arcos del primer nivel de la fachada se terminaron de construir y hasta que las columnas y los pilares interiores estuvieron acabados.
En 1260 el célebre escultor italiano Nicola Pisano dio continuidad a las obras del Baptisterio, que habían quedado interrumpidas durante décadas, aumentando la altura del Baptisterio mediante el posicionamiento de dos cúpulas. La superior y más pequeña de ellas es de forma cónica con la cima recortada y está situada sobre la principal en forma de hemisferio. A Nicola Pisano le sucedió su hijo Giovanni (Pisa -1250 ca. – Pisa 1316).
Las obras prosiguieron sin interrupción alguna durante unos dos siglos, por lo que se observan elementos procedentes de dos estilos distintos, fundamentalmente. Los arcos ciegos que están situados en la parte baja de la fachada son de estilo románico-pisano, mientras que las pequeñas galerías superiores son de estilo gótico.
El Baptisterio de San Giovanni de Pisa, cuya construcción y ornamentación interior se terminó en el siglo XIV, está considerado como el mayor de su estilo en el mundo de
El interior del Baptisterio tiene una longitud de
Sus enormes dimensiones resultan más evidentes desde el interior que desde el exterior, a causa de la visión directa y completa de las proporciones. La grandiosidad de la inmensa planta está delicadamente iluminada por cuantiosas y bellísimas vidrieras románicas y góticas dispuestas alrededor de los muros del edificio circular.
La magnífica cúpula se sustenta sobre ocho columnas y cuatro pilares con espléndidos capiteles tallados, lo que produce un efecto de luminosidad y de solemnidad sorprendentes.
El púlpito de Nicola Pisano:
El gran púlpito se sustenta sobre una columna central instalada en un pedestal con imágenes grotescas y representaciones de animales, basadas en imágenes de antiguas religiones paganas, y seis columnas externas. De éstas, tres de ellas reposan sobre lomos de leones que están decorados con diseños románicos que representan el triunfo del Cristianismo.
Las columnas están rematadas con capiteles góticos espléndidamente tallados.
Los arcos que conforman el púlpito cuentan con valiosos paneles labrados con las imágenes de los profetas, los evangelistas, San Juan Bautista y las virtudes. Además, Nicola Pisano talló una larga serie de escenas, sublimemente expresadas, que describen la vida de Nuestro Señor Jesucristo, comenzando por
Fue iniciada en 1063-1064 por el arquitecto Buscheto, con la décima del botín de la empresa pisana contras las Islas Baleares. Se fundieron en ella elementos estilísticos diversos, clásicos, lombardo-emilianos, bizantinos y en particular islámicos para probar la presencia internacional de los mercaderes pisanos de aquellos tiempos. En el mismo año se iniciaba también la reconstrucción de
Planta:
Al inicio, el edificio tenía planta de cruz griega y la cúpula sobre el cruce de ambos brazos. Hoy tiene planta de cruz latina con cinco naves con ábside y transepto de tres naves. El interior sugiere un efecto espacial similar al de las grandes mezquitas
Cubierta:
La cubierta tiene una riquísima decoración que comprende mármoles multicolores, mosaicos y numerosos objetos de bronce provenientes del botín de guerra.
Los arcos de perfil agudo hacen referencia a influencias musulmanas y del centro de Italia. La fachada de mármol gris y blanco, decorada con incrustaciones de mármol colorado fue edificada por el maestro Rainaldo.
Su famoso campanario
La puerta principal de bronce macizo fue fundida en el taller de Giambologna, pero antiguamente los visitantes entraban en la catedral a través de
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