jueves, 19 de noviembre de 2009

Las pinturas de Pompeya y la Villa de los Misterios


Las pinturas de Pompeya


Las pinturas murales de Pompeya fueron clasificas en 1886 por A. Mau en cuatro estilos, clasificación que sigue siendo válida en la actualidad.

El primer estilo, nacido en Grecia, se limitaba a imitar revestimientos de materiales preciosos mediante estucos pintados.

El segundo estilo apareció con la conquista romana y se caracterizaba por la creación de un espacio imaginario con perspectivas que simulaban construcciones reales; el ejemplo más notable de este estilo se encuentra en la Casa del Laberinto y sobre todo en la Casa de los Misterios, cuyo nombre procede de un fresco todavía no bien comprendido que representaba una ceremonia dionisíaca.

El tercer estilo apareció hacia el año 15 a.C, como fruto de una reacción racionalista y clasicista sabiamente distribuida en torno a una pintura central inspirada libremente en la pintura griega (Casa de Jasón). Sin embargo, durante el reinado de Claudio, ya se advierte una tendencia romántica en las pinturas de las casas de religioso Amandus y de Lucrecio Fronto, la cual desembocaría, en época de Nerón, en el cuarto estilo, con mucho el mejor representado.

Reanudando las tendencias fantásticas del segundo, el cuarto estilo abre la pared en perspectiva a un mundo imaginario; a menudo, las construcciones ficticias se inspiran en escenas de teatro, y los grutescos acentúan la nota surrealista; no obstante, por contraste intencionado, el centro de las paredes está ocupado por copias exactas de las obras clásicas griegas.

Las casas más notables del cuarto estilo son las de los Vetti, de Apolo, de Pinarius Cereales y de Octavio Quartio (de época Flavia). Además de las pinturas de interior, existen las decoraciones de la fachada que evocan escenas de la vida cotidiana, a menudo cubiertas de programas electorales de los sufragios que se preparaban en el momento de la catástrofe


La villa de los Misterios


La Villa de los Misterios es uno de los edificios suburbanos de Pompeya, situado a unos doscientos metros de la Puerta de Herculano, fuera de los límites de la ciudad. Se trata de una construcción que presenta una disposición armoniosa y singular de sus ambientes y una superlativa colección pictórica. Fue construida en la primera mitad del siglo II antes de Cristo y fue muchas veces remodelada y ampliada. Se presenta como una construcción de cuatro lados circundada por una terraza panorámica. Después del terremoto del año 62 la Villa cambió de propietarios y de usos: de vivienda señorial pasó a establecimiento agrícola.


Los usos finales de esta Casa constituyen el ejemplo de una vivienda de gran lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Integrada al paisaje mediante grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, la Villa de los Misterios se muestra muy distinta de las casas encontradas en la ciudad.

Si bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas, destacan una serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de las esposas a los Misterios Dionisíacos. En la llamada Sala de la Gran Pintura, se desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I antes de Cristo, que representarían los momentos sucesivos de un ritual que Roma intentó limitar sin mucho éxito.

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